En 2008, bajo la dirección de Miguel Gómez Mont, Fonatur despidió al 20 por ciento de los empleados para evitar la quiebra.
SERGIO GUZMÁN
CANCÚN, Q. ROO.- El Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), organismo gubernamental que se encargará de coordinar la construcción del Tren Maya, está sumido en una grave situación financiera desde hace varios años y ahora ni siquiera ha podido vender los terrenos que oferta desde su página web.
Ni el director designado para comandar el Fondo el próximo gobierno, Rogelio Jiménez Pons, ni Miguel Torruco Marqués, quien será el Secretario de Turismo, saben hasta el momento en qué condiciones les entregarán Fonatur.
Y a pesar de ello, López Obrador ya asignó a Fonatur el diseño del megaproyecto del Tren Maya y los productos turísticos a ofertar en dicha obra que atravesará los estados de Tabasco, Chiapas, Campeche, Yucatán y Quintana Roo, en una vía que tendrá mil 500 kilómetros de recorrido.
Actualmente, Fonatur registra 87 terrenos en oferta que no ha podido vender, repartidos de la siguiente manera: 51 en Loreto, Baja California Sur; 21 en Huatulco, Oaxaca; 13 en Ixtapa, Zihuatanejo; y 2 en Marina Cozumel, Quintana Roo.
La suma del precio entre todas las superficies que tiene a la venta asciende a 333 millones 857 mil 660 pesos, de las cuales las más caras están en Huatulco.
El propio Jiménez Pons ha dicho que el plan ferroviario del sureste mexicano, que espera iniciar la construcción a comienzos del siguiente año, requiere una inversión de entre 120 mil y 150 mil millones de pesos.
Fonatur es el organismo encargado de generar proyectos turísticos en condiciones de sustentabilidad, competitividad, productividad, integralidad y preservación del equilibrio ecológico, además de fomentar la inversión turística y la venta de terrenos.
En ese panorama, el Fondo trabaja en precarias condiciones económicas desde hace varios años, como lo ha reconocido un exdirector de la dependencia federal, John McCarthy.
En 2008, bajo la dirección de Miguel Gómez Mont, Fonatur despidió al 20 por ciento de los empleados para evitar la quiebra, pero luego contrató un préstamo por mil 200 millones de pesos para la compra de 600 hectáreas para el desarrollo de un Centro Integralmente Planeado (CIP) en las playas de Escuinapa, Sinaloa.
Desde entonces a la fecha el estado financiero de Fonatur es crítico, pues a partir del gobierno de Enrique Peña Nieto, la Auditoría Superior de la Federación dio cuenta de un pasivo por 4 mil 600 millones de pesos, mientras que sus recursos al año estaban en mil 600 millones: de cada 100 pesos del presupuesto, 54 van al pago de deuda.