Echa Trump a Sessions; pone a crítico de Mueller

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Dependerá Rusiagate de juez que calificó investigación como ‘caza de brujas’.

 
 
WASHINGTON.- La larga batalla pública y frontal de Donald Trump contra el Fiscal General Jeff Sessions llegó ayer a su fin.
 
El Presidente estadounidense anunció, horas después de que se cerraran las urnas de las elecciones legislativas, la destitución del juez por su papel en la investigación de la trama rusa, que indaga la injerencia del Kremlin en las elecciones presidenciales de 2016 y trata de esclarecer si hubo connivencia del entorno del Mandatario en dicha estratagema.
 
Trump anunció el adiós de Sessions a través de su cuenta de Twitter sin aportar detalles. Acto seguido, trascendió la carta de renuncia de Sessions dirigida al Presidente, en la que dejaba claro que presentaba su dimisión “a petición suya”, informó The New York Times.
 
A partir de ahora, la investigación pasará a depender del Fiscal General interino que sustituye a Sessions, Matthew Whitaker, un juez de la era de George Bush que resulta ser un gran detractor de las pesquisa sobre la injerencia rusa.
 
Si la destitución del máximo responsable del Departamento de Justicia crea una imagen de interferencia muy dañina para el Presidente, la llegada de Whitaker ensombrece todavía más el proceso del Rusiagate.
 
En un artículo de agosto de 2017, el juez advirtió de que el caso estaba yendo demasiado lejos y que, si la investigación entraba en las finanzas personales del Presidente, podía tratarse de una “mera caza de brujas”, la misma expresión que Trump ha usado muchas veces para referirse a la trama rusa.
 
La trifulca de Trump con Sessions empezó en marzo de 2017, cuando el Fiscal se recusó de la investigación porque trascendió que, durante la campaña electoral, mantuvo un encuentro con el entonces Embajador ruso en Washington, Serguéi Kislyak, y no había informado de ello al Senado.
 
Esa inhibición dio lugar a que, pocos meses después, el caso acabase en manos de un Fiscal Especial, Robert Mueller, con fama de implacable e independiente, que lleva más de un año creando quebraderos de cabeza a Trump.
 
El número dos del Departamento de Justicia, Rod Rosenstein, se convirtió, hasta ayer, en el máximo responsable de la investigación.
 
Desde entonces, Trump atacó a Sessions públicamente y sin complejos. “Puse a un Fiscal General que nunca tomó control del Departamento de Justicia, lo que parece una cosa increíble. Aceptó el trabajo y luego dijo: ‘Me voy a recusar a mí mismo’.
 
¿Qué clase de hombre hace esto?”, se preguntó el Mandatario el pasado agosto durante una entrevista. Desaparecido Sessions de escena, Whitaker está ahora al mando.