Los esfuerzos de conservación deben continuar hasta que las poblaciones ya no estén amenazadas.
Tonatiúh Rubín
Agencia Reforma
CIUDAD DE MÉXICO 14-Nov-2018 .-El gorila de montaña y la ballena gris están en vías de recuperarse, anunció la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
De acuerdo con la más reciente actualización de la Lista Roja de especies amenazadas, ambos animales dejaron de estar en la categoría de “En peligro crítico” de extinción, pero aún continúan “En peligro”.
En 2008, la población del gorila de montaña (Gorilla beringei beringei) se estimaba en cerca de 680 ejemplares, que ascendieron a más de mil para este año, apuntó la UICN en un comunicado.
La organización destacó que el crecimiento de individuos fue posible gracias a los esfuerzos de conservación de las comunidades que rodean a los primates.
El hábitat de estos mamíferos está restringido a áreas protegidas que cubren alrededor de 792 kilómetros cuadrados en dos sitios distribuidos entre la República Democrática del Congo, Ruanda y Uganda.
No obstante, la institución destaca que las amenazas para esta subespecie de gorila oriental aún persisten, como la caza furtiva, los disturbios civiles recurrentes y la enfermedades introducidas por el hombre, desde infecciones respiratorias hasta el ébola.
“Si bien es una noticia fantástica que las poblaciones de gorilas de montaña estén aumentando, esta subespecie aún está en peligro y, por lo tanto, los esfuerzos de conservación deben continuar”, exhortó Liz Williamson, del Grupo de Especialistas en Primates de la Comisión de Supervivencia de Especies (CSE) de la UICN.
Por su parte, la ballena gris (Eschrichtius robustus) también transitó de estar “En peligro crítico” a “En peligro”, mientras que el rorcual común (Balaenoptera physalus) dejo de considerarse “En peligro” y ahora está listado como “Vulnerable”.
La población de la también llamada ballena de aleta casi se ha duplicado desde la década de 1970 debido a las prohibiciones internacionales sobre la caza comercial de ballenas en el Pacífico Norte y en el Hemisferio Sur, vigentes desde 1976.
Además, se redujo su captura en el Atlántico Norte desde 1990, compartió la UICN.
La organización resaltó que México y los otros cuatro países donde se distribuye la ballena gris firmaron un Memorando de Cooperación para proteger a la especie.
“Las poblaciones de rorcual común y de ballenas grises occidentales fueron severamente reducidas por la caza, y es un alivio poder ver finalmente un ascenso de estas poblaciones. Estas ballenas se están recuperando, en gran medida, gracias a las prohibiciones de caza comercial, a los acuerdos internacionales y a diversas medidas de protección.
“Sin embargo, los esfuerzos de conservación deben continuar hasta que las poblaciones ya no estén amenazadas”, sostuvo Randall Reeves, presidente del Grupo de Especialistas en Cetáceos de la CSE de la UICN.