Prolongan periodo de apoyo militar en área limítrofe por segunda vez.
Staff Reforma
WASHINGTON.- La misión de apoyo en la frontera, aprobada por el Gobierno estadounidense en octubre, tenía una duración prevista de 45 días. Esta medida se prolongará ahora ocho meses.
El Pentágono anunció ayer que acordó aumentar el volumen y la extensión de la operación militar destinada a proteger el área limítrofe con México. La medida, aprobada por el Secretario interino de Defensa, Patrick Shanahan, respondió a una petición del Departamento de Seguridad Nacional. Incluirá la instalación de un alambre de púas de unos 240 kilómetros en los puertos de ingreso al país.
“El respaldo del Departamento de Defensa en la frontera suroeste reforzará los puertos de entrada al manejo de vigilancia móvil y detección, así como a la instalación de alambre de púas entre los puertos de ingreso”, indicó el Pentágono.
El despliegue, que se alargará hasta finales de septiembre, fue aprobado inicialmente por el ex Secretario de Defensa, Jim Mattis, ante la llegada de la caravana de migrantes centroamericanos que buscaban pedir asilo y estaba previsto que durase hasta el 15 de diciembre. Sin embargo, Mattis acabó alargando el periodo de la misión hasta el 31 de enero.
En el momento de su aprobación, se enviaron cerca de 5 mil 400 soldados a la frontera, que tenían como objetivo apoyar a las autoridades fronterizas en operaciones logísticas. La misión también incluyó unidades de aviación para transportar agentes de Aduanas y Protección Fronteriza en la zona y unidades de Policía militar para brindarles protección. No obstante, en ningún caso están habilitadas para arrestar a migrantes.
Desde entonces, el número de tropas se ha reducido a algo más de 2 mil 300, aunque un funcionario del Pentágono afirmó que el número podría aumentar temporalmente si se requiere apoyo para la instalación del alambre de púas.
La misión fronteriza fue el foco de las políticas del Presidente Donald Trump antes de las elecciones legislativas de noviembre, lo que provocó una ola de críticas por considerar esta medida como una estrategia política.
En ese momento, el Mandatario calificó la entrada de centroamericanos como una invasión y alertó de situación de presunta emergencia en la frontera. Este mismo discurso es utilizado para argumentar la necesidad de construir un muro y lo que ha provocado un cierre parcial del Gobierno, el más largo en la historia de Estados Unidos, por la falta de acuerdo con los demócratas para su financiamiento.
La noticia tuvo lugar justo después de que saliera a la luz que una nueva caravana de migrantes tiene previsto salir hoy de Honduras para llegar a Estados Unidos