El gobernador de Quintana Roo y periodistas compartieron el pan y la sal con motivo del Día de la Libertad de Expresión.
Por: MARCO ANTONIO BARRERA
CANCÚN, Q. ROO.- Reunidos en una misma mesa, el gobernador Carlos Joaquín y 16 periodistas, ocho mujeres y nueve hombres, compartieron el pan y la sal.
Frente al mandatario, a la distancia, acomodadas en seis filas, se dispusieron 48 mesas para reporteros, fotógrafos, camarógrafos, editores, presentadores de noticias, jefes de información y directivos, con motivo del Día de la Libertad de Expresión en Quintana Roo.
Carlos Joaquín recorrió cada mesa, una a una. A los comunicadores dio un apretón de manos y para algunos una palmada en el hombro; a ellas, también dio sus saludos. Con algunos, incluso, se tomó la foto.
Sentado en la mesa principal, flanqueado a su derecha por la coordinadora de comunicación social del Gobierno del Estado, Haidé Serrano Soto, el jefe del Ejecutivo estatal dialogó con informalidad. Habló de su viaje a Tijuana el sábado pasado, al Acto de Unidad en Defensa de la Dignidad de México y a favor de la Amistad con el Pueblo de Estados Unidos, que convocó el presidente López Obrador.
Compartió su sorpresa de cosas que antes no ocurrían en un evento presidencial, al menos que constató con el entonces mandatario Enrique Peña Nieto. Citó “los tres minutos” de plazo que dieron con micrófono abierto para que aparecieran como invitados los líderes nacionales de las confederaciones de Trabajadores de México Carlos Acevedo (Aceves), y Regional de Obreros y Campesinos, Isaías González, ambas organizaciones corporativas fundidas al Partido Revolucionario Institucional. Resaltó que mientras del primero mencionaron mal su apellido, al final ninguno de los dos asistió.”Antes cuando iba a pasar eso”, expuso.
Compartió su sorpresa ante los “39 pasos” establecidos como límite por integrantes del Estado Mayor Presidencial al jefe del Ejecutivo Federal, cuando éste hace uso de la palabra en algún templete.
El mandatario quintanarroense comentó que la Marina Armada de México es quien mejor puede combatir al sargazo pero reconoció que no hay recursos que alcancen, son insuficientes. Dijo que existe un barco fabricado especialmente para recolectar la macroalga pero se halla en Baja California, aunque dadas sus condiciones físicas actuales tardaría al menos siete meses en ser restaurado. Sin embargo, planteó que una forma de combatir al sargazo es desviando su trayectoria.
Joaquín González criticó el uso del término “manchones” para referirse a las concentraciones de sargazo en altamar, ya que el alga se concentra en filas muy largas.
Se refirió también al conflicto territorial entre Quintana Roo, Yucatán y Campeche, que como éste casos hay otras decenas en México, el cual pasará mucho tiempo antes de tener solución, debido a que al llegar al Senado se convirtió en un “tema político”. Como dato curioso, citó que para ubicar el “Punto Put”, vértice que es un punto de unión territorial, el cual fue referencia original mediante la medición de distancias que tiene de plantas u otros objetos de selva, pero que pudo ser incierto ante eventuales fenómenos meteorológicos.
Recordó que el limbo jurídico que prevalece por el conflicto limítrofe con Campeche y Quintana Roo, pero que al desplazarse la línea divisoria por la creación de Calakmul el estado vecino ganaría cinco mil kilómetros de suelo. Incluso, recordó que hay habitantes de una misma población con credenciales de elector de una u otra entidad, aunque al final reciben servicios de ambos estados.
A los periodistas reunidos en la misma mesa mencionó también el caso de alguna comunidad maya a la que se instaló una cancha con césped sintético y la que ahora forma parte del arraigo que tienen en esa comunidad.
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