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WASHINGTON.- El Presidente Donald Trump está usando agresivamente las sanciones económicas, como los aranceles, como la herramienta principal de política exterior de Estados Unidos hasta un punto no visto en décadas o quizás nunca.
Aunque las autoridades insisten en que las sanciones están logrando sus objetivos, cada vez más especialistas cuestionan los resultados y advierten por la distorsión en la política comercial estadounidense.
Desde que asumió el cargo en enero del 2017, Trump ha utilizado sanciones nuevas y existentes contra Irán, Corea del Norte y países americanos e, incluso, de .
Esto también ha causado tensiones significativas con los aliados estadounidenses, especialmente en Europa.
“Trump ha combinado completamente las sanciones económicas y la política comercial”, dijo Gary Haufbauer, del Instituto Peterson de Economía Internacional y ex funcionario del Tesoro durante el Gobierno de Jimmy Carter.
Si bien ese enfoque podría funcionar con países como México y Guatemala, las medidas contra China y Rusia no lo hacen.
Los especialistas temen que el Gobierno dependa demasiado de la coerción a expensas de la cooperación.
La combinación de más garrotes y menos zanahorias, explicaron, ha creado una desconexión entre el aprovechamiento del poder económico de Estados Unidos y proyectarlo efectivamente.