*Sólo en 2018, del erario se destinaron 18 millones de pesos por legislador
MARCO ANTONIO BARRERA Y JESUALDO LAMMOGLIA
CANCÚN, Q. ROO.- Desdibujada, poco productiva y sin compromiso real con la ciudadanía, así termina la XV Legislatura del Congreso del Estado, convertida en una de las más caras y con mayor burocracia del país.
La productividad de los diputados que terminan su labor para dar paso a la XVI Legislatura, fue apenas de 41 por ciento. Los 25 “representantes del pueblo” presentaron en conjunto 741 iniciativas, 253 lo hicieron a título personal, de las cuales sólo 303 fueron aprobadas en tres años.
Hubo, incluso, propuestas insólitas que fueron avaladas. Así, se creó la figura de diputado infantil por un día e instituir cada noviembre como el mes del servicio público estatal, promovida por Eduardo Martínez Arcila.
En otra, por ejemplo, crearon un procedimiento de sanción ante la obligación de votar en elecciones, como lo propuso Carlos Mario Villanueva Tenorio, además de inscribir en letras doradas en el Muro de Honor del recinto oficial el nombre del primer gobernador quintanarroense, Jesús Martínez Ross, cuya propuesta hizo Elda Candelaria Ayuso Achach.
Entre los diputados menos eficientes estuvieron los independientes Teresa Sonia López Cardiel y Luis Ernesto Mis Balam, que presentaron ocho iniciativas cada uno. De la legisladora ninguna pasó y de su compañero apenas una.
Respecto a la asistencia de los diputados, no hubo quién acudiera a todas las sesiones, y de los 25 en conjunto sumaron 999 faltas definidas como justificadas.
Diputados que dejan sus curules perdieron el compromiso asumido con la ciudadanía. Nueve de ellos se separaron del cargo para buscar una mejor posición política; incluso, a días de rendir protesta.
Entre los legisladores hubo siete a quienes la incongruencia los llevó a dar la espalda a partidos que los postularon, aplicaron el “chapulineo” abierto y pasaron a filas de otras organizaciones políticas o engrosaron la bancada de los independientes. Así, colapsó la fracción parlamentaria del Partido de la Revolución Democrática.
OBESIDAD LEGISLATIVA
La XV Legislatura Local pasará a la historia como la sexta con más burocracia, la séptima que más presupuesto ejerció por cada diputado, la octava en carecer un servicio profesional de carrera en su legislación y la décima que más recursos le fueron designados entre todos los Congresos del país.
De acuerdo con el Informe Legislativo 2018 del Instituto Mexicano para la Competitividad A.C. el presupuesto del Congreso Local fue de 468 millones 858 mil 458 pesos, que lo ubicó como el décimo con más recursos asignados, por debajo de Ciudad de México (2 mil 366 millones), Estado de México (mil 582 millones), Michoacán (907 millones), Veracruz (732 millones), Jalisco (704 millones), Sonora (688 millones), Guanajuato (510 millones), Guerrero (503 millones) y Baja California (498 millones).
Fue al mismo tiempo sexto en burocracia legislativa con 609 trabajadores, sólo superado por Baja California (674), Veracruz (682), Jalisco (943), Estado de México (1,277) y Ciudad de México (1,991).
Además, uno de los ocho en todo el país que carece de un servicio profesional de carrera en su legislación, junto a Oaxaca, Tamaulipas, Nuevo León, Baja California Sur y Colima.
En asimetría presupuestal se ubicó como sexto, es decir, el recurso que se destinó a cada legislador. Ahí el dinero destinado fluctuó en 18.8 millones de pesos por cada diputado, cuya cantidad fue superada por sus similares de Baja California (20 millones), Sonora (20.9), Estado de México (21.4), Michoacán (24.6) y Ciudad de México (35.8).
Todos estuvieron arriba del promedio nacional que fue de 11.9 millones de pesos, incluso del Congreso federal que tuvo 16.9 millones de pesos por cada legislador.