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¿Te van a operar? ¡Infórmate!
DANIELA DE LA MORA
Tener que entrar al quirófano a practicarse una cirugía puede generar angustia o nerviosismo y no es para menos.
Ante la incertidumbre de los resultados o la falta de conocimiento del procedimiento que se realizará, muchas veces es inevitable sentir miedo; sin embargo, mientras más informado estés, más preparado te sentirás.
Lucas Octavio Tijerina Gómez, profesor clínico de cirugía general de TecSalud y cirujano general del Hospital Zambrano Hellion, explica que una técnica quirúrgica es la manera en la que se aborda a un paciente para llevarlo a una cirugía dependiendo de la especialidad y del procedimiento.
“Cada procedimiento tiene diferentes técnicas; por ejemplo, una cirugía abdominal pueden tener técnicas como la convencional abierta o la de invasión mínima con laparoscopía”.
Las técnicas quirúrgicas más utilizadas son la convencional o abierta, laparoscópica o de invasión mínima y la técnica asistida o cirugía robótica.
“Casi todos los procedimientos se empiezan a hacer por invasión mínima; sin embargo, al momento de estar operando si el cirujano decide que no puede proceder con la invasión mínima porque le falta visualización o tacto se tiene que convertir a cirugía abierta”, comenta Tijerina Gómez.
“Mientras que con la técnica asistida con cirugía robótica tenemos la capacidad de mejor visualización 3D, manejamos los instrumentos y el robot nos quita el temblor, podemos ver puntos muy finos y tiene el beneficio de una recuperación más rápida”.
Cirugía endovascular: Esta técnica está enfocada en las arterias y las venas, al realizarse por dentro de ellas y es auxiliada por imagenología (rayos X y ultrasonido). Se introducen catéteres y se logran destapar las arterias para recuperar la circulación.
Cirugía láser: El láser se utiliza para cortar a través del tejido y quemar o destruir tumores en cáncer de cuello uterino, pene, vagina, vulva, pulmón y piel; además, se emplea como sellador de coágulos y evitar hemorragias.
Criocirugía: Utiliza nitrógeno líquido o dióxido de carbono para congelar y destruir las células anormales. Esta técnica se emplea para tratar enfermedades precancerosas como las que afectan la piel, el cuello uterino y el pene; también cáncer en el hígado y próstata.
Radiocirugía: Requiere de un aparato de radiación oncológica que irradia dosis elevadas y específicas de radiación en un área afectada por un tumor.
Electrocutaría: Es una corriente eléctrica de alta frecuencia cuidadosamente manipulada, la cual se utiliza como auxiliar en procedimientos quirúrgicos convencionales y en modalidades de mínima invasión.
Ablación por radiofrecuencia: A través de una aguja se envían ondas radiales de alta energía para destruir las células cancerosas. Se puede usar para tratar tumores en el hígado, pulmones, riñones y otros órganos. De igual forma es utilizada en procedimientos quirúrgicos que requieren gran precisión, como las cirugías neurológicas y de columna.
Cirugía toracóspica: Es el equivalente a la laparoscopía, pero en tórax. Este procedimiento se realiza a través de puertos de 5 o 10 milímetros, por los que se introduce el instrumental milimétrico para realizar cirugía en pulmones, bronquios, hacer una biopsia o para quitar una tumoración.
Mediante este procedimiento se pueden extraer muestras de tejido de cualquier área que cause inquietud en el revestimiento de la pared torácica; se puede extraer líquido y se pueden extirpar los tumores pequeños en la superficie del pulmón.