*Aguarda el Pleno de los Diputados iniciativa que aprobó Comisión de Salud
Silvia Olvera
La iniciativa para cambiar el etiquetado actual por uno de advertencia, más que beneficiar desinformaría al consumidor, advirtieron representantes de organismos empresariales.
Se desconocería el contenido exacto de ingredientes y aportes calóricos, pues sin importar porciones, todos los productos tendrían el mismo trato, agregaron.
Lorena Serdán, directora general del Consejo Mexicano de la Industria de Productos de Consumo (ConMéxico), que aglutina a 44 de las empresas de alimentos y bebidas no alcohólicas más grandes del País, dijo que no se oponen a mejorar el etiquetado, pero con información clara que permita al consumidor tomar decisiones.
Reveló que en una reciente reunión con legisladores evidenciaron, con algunos ejemplos, que el etiquetado frontal de advertencia no brinda la suficiente información.
Mostraron dos barritas energéticas de amaranto del mismo gramaje, una con chocolate y otra con pasas, para ver por cuál opción se inclinarían si sólo leyeran en su empaque el etiquetado de advertencia que diría: “Alto en azúcares”, “Alto en calorías” y “Evite su consumo excesivo”, y ninguno pudo diferenciar el contenido calórico.
“Con la información que tenemos ahora, con todo y que sea mejorable, que sea perfectible, sí se ve claramente la diferencia de calorías entre una barra y otra, que es de 134, la de pasas tiene 150, y la de chocolate, 284, es una diferencia cualitativa”, expuso. Lo mismo hicieron con unas latas de sardina de distinto gramaje.
Además encontraron que 86 por ciento de la canasta de las tiendas de Liconsa se vería afectada con la nueva propuesta del etiquetado, que abarcaría desde leche, yogurt, sardina, mole y barritas de amaranto.
La Comisión de Salud de la Cámara de Diputados aprobó el pasado 24 de julio modificaciones a la Ley General de Salud para establecer en alimentos etiquetados frontales de advertencia sobre el alto de azúcar, sodio, grasas saturadas y calorías contenidas en un producto, entre otros ingredientes.
Los mensajes de advertencia serían “Alto en azúcares”, “Alto en sodio”, “Alto en grasas” y “Alto en calorías”, con el objetivo de combatir la obesidad.
Tania Ramos Beltrán, encargada del área de información de la Asociación Nacional de Productores de Refrescos y Aguas Carbonatadas (ANPRAC), coincidió en que la industria está a favor de mejorar el etiquetado actual.
Refirió que este sector que integra a distintas embotelladoras modificó en la última década su portafolio, de tal forma que hoy 50 por ciento de los productos son bajos en calorías y/o sin azúcares, y siguen trabajando en reformulaciones.
Actualmente, hay dos procesos en la iniciativa. Por una parte, ya fue aprobada por la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados, que deberá pasarla al Pleno y, si prospera, irá a la Comisión de Salud del Senado. Adicionalmente, hay un proceso en el Ejecutivo en donde se discute la propuesta.