POR:Kukulkán
ENTRE POLANCO y Chetumal hay unos mil cien kilómetros, pero en la realidad la distancia es mucho mayor que eso.
PORQUE A pesar de que una es la capital de un estado ‒Quintana Roo‒ y la otra una colonia más en la Ciudad de México, la diferencia entre ellas no es sólo en tamaño, sino sobre todo, en calidad de vida.
DE TAL modo, un estudio de la Cámara de Diputados federal sobre las mejores ciudades para vivir en el país, arrojó que Chetumal no es la última, pero sí la antepenúltima en el conteo, apenas por arribita de Tehuacán y Ecatepunk.
EL ESTUDIO, que sí fue estudio y no una vil encuesta de esas que salen a cada rato para hacerle la barba a algún personaje, tuvo entre sus parámetros la calidad de los servicios públicos y el desempeño de los alcaldes.
EN AMBOS puntos la cabecera municipal de Othón P. Blanco se ubica en la parte baja de la tabla. No sorprende. Como tampoco debe sorprender que la Secretaría de Turismo se esté tomando un laaargo tiempo para llegar al estado desde la famosa colonia en la capital del país, donde todavía tiene su sede.
PROBLEMAS DE transporte público, un basurero desbordado, hundimientos en el primer cuadro de la ciudad, una economía adormilada y un alcalde gris en la figura de Otoniel Segovia, al que le acaban de hacer manifestación en Palacio Municipal para confirmar su poca popularidad, hacen muy poco atractivo para el personal de la Sectur querer abandonar la comodidad del tradicional y opulento Polanco.
VAMOS, QUE ni Miguel Torruco se ve muy entusiasmado con la idea de despachar desde la muy mona oficina que debe estarlo esperando en la escultura de Sebastián en la bahía de Chetumal, y por eso se la pasa vuelta y vuelta por el país y fuera de él (lo que además es parte de su chamba).
ES VERDAD que, en el papel, Chetumal tendrá (algún día) una estación del Tren Maya, pero no olvidemos que al principio del proyecto los rieles esquivaban la ciudad y pasaban de lejecitos.
NADIE PUEDE creer en serio que con el puro anuncio de la mudanza de Sectur a Chetumal las cosas iban a cambiar ipso facto, pero a más de un año de la declaración de intenciones, la capital del estado sigue sin mostrar razones para que la tomen en cuenta.
CHETUMAL Y Polanco son lugares importantes en sus respectivos ámbitos, pero la distancia entre ellas es mucho mayor que la mera lejanía geográfica.
(Y YA nomás de puro refilón, apuntar que en el mismo estudio legislativo Cancún tampoco sale muy bien parado: a media tabla y con Mara Lezama en el lugar 52 de 76 en la percepción de los alcaldes, es decir, de la mitad del conteo para abajo.)
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¿YA COMPRÓ su cachito para la rifa del avión presidencial? Es muy poco probable que se lo gane o que pueda hacer uso del mismo, pero al menos tendrá la satisfacción de haber participado en una más de las salidas en falso de la Cuarta Transformación. ¡Suerte!
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