Por Kukulkán
SUSTO MAYÚSCULO en este nido con el regreso del ex gobernador Mario Villanueva Madrid a Quintana Roo. Bueno, concretamente a su rancho en Chetumal, su “pequeño” y “modesto” lugar de descanso que ahora será la sede de la prisión domiciliaria. El temible “Chueco” es un personaje de muchos claroscuros, controvertido, dicharachero en algunos momentos, pero sabe muy bien cómo funciona la entidad.
AUNQUE SEGURAMENTE desconoce muchos movimientos políticos y grupos, además de que sus más cercanos colaboradores lo han abandonado o traicionado, Mario Villanueva no deja de levantar polvaredas de aquellos lodos cuando Quintana Roo comenzó a formarse como un Estado por donde llovía la droga en sus mares.
ALGUNOS DICEN que le quedan pocos días, semanas o meses de vida. Que su regreso es una concesión más humanitaria y de derechos humanos del gobierno federal para descansar en Quintana Roo con las aguas calmas que un dejo político del presidente López Obrador. Las víboras regresan al nido decepcionadas porque llega Mario Villanueva con más veneno que todas juntas. Bueno, tampoco es para tanto, pero sí nos damos también un quién vive con el ex góber.
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ALGUNOS TURISTAS que han llegado al paraíso denuncian el fraude realizado por Aeroméxico de saturar de pasajeros los vuelos cuando deberían dejar un asiento vacío. De acuerdo a las normas internacionales esa disposición de sana distancia debería estar funcionando, pero a los funcionarios de Aeroméxico les parece que no. Las víboras invitan a no viajar con esta empresa.
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INTERESANTE REPORTAJE publica la BBC de América Latina del desastre turístico en Cancún por el Covid-19. Mil millones de dólares de pérdidas y el difícil retorno a las actividades normales en este sector. Aún es muy temprano para echar las campanas al vuelo, pero el despegue ha sido bueno y la comunidad internacional espera ver pronto un ejemplo de reincorporación en Cancún.
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ESO DEL nado con delfines en 300 pesos para “atender mejor al turismo” es una aberración. Está prohibido tenerlos en cautiverio. Las instituciones ecológicas del país y del estado deberían estar más atentas con estos “espectáculos” porque es un pésimo mensaje al mundo por parte de las autoridades mexicanas. Las víboras saldrán del nido con libertad, siempre.
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LOS SERVICIOS estatales de Salud se han echado encima a miles de cancunenses por citar a declarar al señor Ricardo Villalba, propietario del Comedor de Dios, de la supermanzana 63, quien se dedica a regalar comida a las personas por la contingencia del Covid-19. Se trata de la Coordinación de Protección Contra Riesgos Sanitarios Zona Norte la que cita al señor Villalba, seguramente como una revisión. Qué falta de sensibilidad para hacer algo así.
