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Para evitar contagios de Covid-19 y seguir predicando, aunque las iglesias estén cerradas, el sacerdote Hugo Muñoz decidió celebrar misa con fieles dentro de sus autos.
PEDRO SÁNCHEZ / AGENCIA REFORMA
CIUDAD JUÁREZ, Chihuahua.- Para evitar contagios de Covid-19 y seguir predicando, aunque las iglesias estén cerradas, el sacerdote Hugo Muñoz decidió celebrar misa en un estacionamiento, con fieles dentro de sus automóviles.
El 20 de marzo pasado, cuando el coronavirus comenzó a propagarse, el padre fue reubicado a la parroquia de Santa Inés, ubicada en la colonia Buenos Aires –al sur de la ciudad–, pero no fue presentado oficialmente.
“Así que llegué y, sin conocer a la comunidad, tenía que hacer algo”, cuenta en entrevista.
Lo primero que el prelado hizo fue celebrar misas sin fieles y transmitirlas en vivo todos los días desde su cuenta de Facebook.
“A la semana siguiente pensé en cómo hacerle para que la gente acudiera a la confesión, y me puse a confesar en un salón y las personas por la ventana y con cubreboca se acercaban”, recuerda.
Sin embargo, refiere el padre, no se sentía cómodo.
“Me vi en la necesidad de idear algo más cercano y le expliqué la idea a un amigo”, menciona.
Su amigo le armó un confesionario con dos puertas de tambor pegadas en escuadra y acetato al centro, para estar más cerca de los fieles.
El confesionario lo estrenó el viernes 22 de mayo, y acudieron unos 20 de feligreses.
“Tenía que buscar la forma de encontrarme con la comunidad e ir conociendo caras, más que pecados”, dice.
No obstante, en su inquietud, el sacerdote decidió celebrar misa todos los jueves la Hora Santa en el estacionamiento de la parroquia, con unos 40 vehículos.
“La gente pasa en sus carros, se queda unos minutos y recibe la bendición con el Santísimo Sacramento y sale por otra puerta”, narra.
“No ha sido fácil adaptarme a esta modalidad, sin embargo, creo que ha sido positivo el impacto que ha tenido en la gente. Lo veo en los comentarios y en mensajes que recibo.
Todo esto me ha llevado a valorar más mi ministerio y buscar siempre formas alternas de evangelizar”, señala.
El 23 de marzo, el Gobierno de Chihuahua anunció la suspensión de todos los eventos deportivos, recreativos, sociales, culturales, privados y públicos, sin importar el aforo, como parte de las medidas para enfrentar la emergencia por el Covid-19, entre ellas las actividades religiosas.
Días antes, la Alcaldía sugirió que dejaran de realizarse reuniones religiosas que congregaran a más de 100 personas.
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