- Xóchitl Lagarda observa un basquetbol dividido, fragmentado, bajo intereses mezquinos, sin estructura operativa.
DIEGO MARTÍNEZ / AGENCIA REFORMA
CIUDAD DE MÉXICO.- Xóchitl Lagarda, quien tomó las riendas del basquetbol mexicano desde marzo de 2019, rompe el silencio y hace público por vez primera el entramado diagnóstico que encontró en el deporte ráfaga.
Como presidenta de la Ademeba, la empresaria sonorense observa un deporte dividido, fragmentado, bajo intereses mezquinos, sin estructura operativa, pero todo esto no la hace perder el optimismo y no piensa claudicar.
Enfatiza, alzando la voz, que está trabajando por un México mejor. Admite que el proceso de cambio será doloroso, y remata pidiendo la unidad a todos los actores involucrados en el baloncesto nacional.
“Antes de mi llegada, Ademeba podía verse como una federación sin cabeza, sin liderazgo. Lo que decidí fue hacer un llamado a la unidad. Vengo ajena totalmente a los intereses locales, nacionales, institucionales e internacionales. No tengo ningún interés personal en esta material más que aportar a mi país a través del deporte y hoy a través del basquetbol” declaró.
Xóchitl dijo que existe una nula confianza de los empresarios hacia la federación de baloncesto.
“Encontré un sistema de basquetbol súper fragmentado y en el que prevalecían los intereses particulares sobre los intereses institucionales. Me encontré en el camino muchísima resistencia, porque precisamente se ven afectados esos intereses particulares” señaló.
“Un basquetbol desarticulado… no había estructura operativa, administrativa, deportiva y de gestión. Una federación pobre. Le puedo llamar pobre porque sus ingresos no son basados en la estructura territorial y con un manejo ineficiente de la administración de los recursos” destacó.
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