Por Kukulkán
VENENO, VENENO, de “lentitud”, dicen las viboritas más peques de este nido, lo que le pasó a Hermelinda Lezama ante el Instituto Nacional Electoral (INE). Ya tenía todo el tinglado de engaño ante la autoridad electoral de que su programa de difusión institucional no tenía ningún interés comercial ni era transmitido por algún medio privado. Ya se la habían creído.
PERO, PERO, la alcaldesa no recordaba que en mayo, ella muy agradecida como siempre, se refirió a una lista bastante larga de empresas de la iniciativa privada que transmitían su misa triunfal a todos los confines de Quintana Roo. Aquí ya detectamos ese fenómeno de que le quedó muy chico Cancún y ya anda metida por toda la entidad y hasta la Península de Yucatán. Creemos que siente como que el sureste la está aprisionando.
ASÍ QUE AHORA van contra la funcionaria pública cancunense por andar mintiendo. La multa es millonaria, pero algunas de las víboras cercanas al Consejo General del INE nos dicen que quieren la destitución de su cargo, lo cual no podemos descartar. Muchos y muchas le traen unas ganas infinitas porque se ha dedicado a hacer negocios personales, como en Luces del Siglo lo hemos denunciado desde hace tiempo. Sabemos que el veneno que se ha autorecetado la Presidenta Municipal es devastador. Las víboras se reunirán en consejo para ver qué procede.
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AYER nos enviaron al nido, vía Twitter, una foto donde un conductor al cual apuntan con una pistola dice sorprendido: “que raro toman la temperatura aquí en Cancún”. Por lo regular siempre verificamos veracidad y que no sea insultante o provenga de grillas mezquinas. Resulta que el meme viene como anillo al dedo porque ahora publicamos los datos de la seguridad pública en el municipio de febrero, marzo, abril y mayo. Sorprendente lo que pasa en nuestra agónica ciudad turística.
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¿CÓMO CAMBIA LA vida? ¿Cómo las pieles se caen y aparecen las serpientes reales? Ahora sale Marco Levario Turcott, de la revista Etcétera, a “defender” (suponemos que no lo hace por conveniencia sino por sus amplias creencias intelectuales) a nada más y nada menos que Carlos Loret. Vaya. El odio une odios. Máximo cuando Levario Turcott se ha llenado la boca hablando de congruencia y libertad. Venenos oportunistas no hacen daño.
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PAULATINAMENTE ENTRAMOS en la bien llamada Nueva Normalidad. La gente se ve más ordenada con serios problemas de distanciamiento, pero al menos tienen un poco de conciencia al pagar, pedir dirigiendo su espray bucal con discreción, formarse a distancia, pero que no pasen a un lado tuyo o de frente porque ahí sí no hay manera. Observamos en este nido que ahora los contagios vienen en grupo. Como salen muchas familias o se ven en reuniones de amigos puede acelerarse el contagio.
ES UNA ETAPA muy complicada porque hay una necesidad de normalizar la actividad productiva pero, por otro lado, a las personas se les olvida que seguimos con el Covid-19 en las calles, en los restaurantes, en todos lados. No ser conscientes de esto nos llevará al hospital, pero ahora ya no va uno, en solitario, sino dos o tres, en grupitos de contagio. Las víboras comenzaron a estornudar.