- Amado Nervo fue el escritor más famoso de su tiempo, y poco después la crítica lo condenó a un exilio póstumo.
FRANCISCO MORALES V. / AGENCIA REFORMA
CDMX.- Amado Nervo (1870-1919), el poeta mexicano más leído y declamado de su época, símbolo del modernismo, hoy se celebra el 150 aniversario de su natalicio.
Poeta católico, hizo suspirar a generaciones de lectores con una sensibilidad romántica que todavía impregna al bolero latinoamericano. Aunque su influencia ya casi no se advierte en la lírica contemporánea, en vida lo honraron en diversos países. Tras fallecer en Montevideo, sus restos se trajeron a México escoltados por embarcaciones de cuatro nacionalidades.
“(Amado Nervo) fue el escritor más famoso de su tiempo, y poco después la crítica lo condenó a un exilio póstumo. Las mujeres de América Latina siguieron recitando La amada inmóvil hasta convertirse en abuelas, pero los nuevos poetas lo relegaron al azucarado panteón de la cursilería.
Su influencia literaria se advierte más en las canciones románticas de Agustín Lara que en la poesía contemporánea”, Juan Villoro, en “El funeral como éxtasis“.
A su muerte, en Montevideo, Uruguay, en 1919, embarcaciones de cuatro nacionalidades escoltaron sus restos de vuelta a México y más de 300 mil personas acudieron a su entierro en la Rotonda de las Personas Ilustres.
Nacido en Tepic, Nayarit, el 27 de agosto de 1870, Amado Nervo fue parte de una numerosa familia de seis hijos y dos hermanas adoptivas.
Su padre, Amado Nervo y Maldonado, decidió simplificar su apellido original, Ruiz de Nervo, a simplemente Nervo, hecho que el poeta siempre consideró afortunado para dotar de sonoridad a su nombre, que muchos confundían con un seudónimo.
Recipiente de una educación conservadora, descubrió muy joven su vocación poética. Sus primeros escritos autobiográficos y en verso están antologados en el libro Mañanas del poeta, con textos fechados incluso en 1881, cuando tenía 11 años.
Tras la muerte temprana de su padre, la familia Nervo se traslada a Zamora, Michoacán, donde el futuro escritor inició estudios de teología en el seminario, que después abandona.
En 1892, a los 22 años, se trasladó a Mazatlán, Sinaloa, donde comenzó a colaborar en El Correo de la Tarde. Ahí publicó crónicas bajo el seudónimo de Román.
En 1894, Nervo llegó a la Ciudad de México, donde comenzó a entablar amistad con los poetas y periodistas más importantes de la época y donde llegará a publicar en la Revista Moderna y en la Revista Azul, además de muchos diarios más.
Para numerosos periódicos en la capital escribió poesía, crónicas de la vida cotidiana y de artes escénicas bajo distintos seudónimos, como Tricio, Triplex, Rip-Rip y Joie.
En 1898 publicó sus primeros dos libros, Perlas negras y Místicas, que recogen algunos poemas ya previamente publicados en revistas.