- La Constitución de Quintana Roo carece de fundamentos sociales para ser considerada una Carta Magna moderna y eficiente.
ÉDGAR FÉLIX
CANCÚN, Q. ROO.- Desde su promulgación el 12 de enero de 1975, la joven Constitución del Estado de Quintana Roo ha tenido 123 reformas y adiciones sustanciales más cercanas a intereses políticos y económicos de los gobiernos estatales, pero lejana aún de fundamentos sociales para considerarse una Carta Magna moderna y eficiente, señala la jurista María Eugenia García Contreras, del Instituto de Investigaciones Jurídicas de Quintana Roo.
Han transcurrido 46 años y la Constitución del Estado sigue sin dotar de garantías plenas a los grupos marginales indígenas de la entidad y sin tratar asuntos torales como el aborto. A cambio, ha sido un documento rector que obedece más a los intereses de grupos en las diferentes regiones del estado y al impulso turístico.
Por ejemplo, las enmiendas para crear municipios obedecen a estos objetivos, resalta la investigadora de la Universidad de Guadalajara, Erika Patricia Cárdenas-Gómez.
La Constitución de 1975 contempló 13 artículos transitorios, la naturaleza de estos artículos fue preparar la conformación de los órganos representantes del poder constitucional en el estado, por tal motivo, en el primero se determina el respeto a la Constitución y su vigencia; el segundo, la fecha para la elección de gobernador, legislatura local y ayuntamientos; el tercero determina el proceso electoral y la publicación de los resultados; el cuarto, la participación de los partidos políticos nacionales en las elecciones constitucionales; el quinto, fecha para calificar la elección de los miembros de la legislatura; sexto, fecha de las sesiones ordinarias de la legislatura del estado; séptimo, declaración del gobernador electo; octavo, protesta del gobernador electo; noveno, elecciones de los ayuntamientos; décimo, protesta de las autoridades del ayuntamiento; undécimo, organización municipal; duodécimo extensión de la vigencia de la legislación del territorio, y por último, en el décimo tercero se consignó por única ocasión la separación de los cargos públicos 30 días antes de la elección correspondiente.
Explica la investigadora García Contreras, también, que Quintana Roo, durante sus 73 años de vida como territorio federal fue abandonado por el gobierno federal al haberlo dejado bajo el capricho de sus gobernantes que de un total de 26 sólo 3 mostraron preocupación por el desarrollo económico y social, el resto se condujo hacia la entidad bajo sus intereses y caprichos políticos a tal grado que los nativos de la región fueron desalojados de sus ciudades sus bosques forestales fueron desmedidamente explotados y las leyes que debieron regirlo como territorio fueron incansablemente violadas ya que la justicia de existir se aplicó bajo estimaciones y criterios no legales.
Ante este panorama, la Constitución política del estado de Quintana Roo se formó bajo los criterios de adecuar las formas y los principios de las demás entidades de la Federación en relación con la carta magna de la nación, que si bien esta última debe reflejarse en las Constituciones políticas de cada estado, pero ello no implica que Quintana Roo para el momento que se vivía no tuviera principios fundados en la vida de los originarios del lugar como son los indígenas mayas que tanto sufrieron las intervenciones de Inglaterra, España y el despotismo de las autoridades nombradas por los jefes de la nación, dichos pueblos fueron olvidados por el Constituyente de 1975.
Asimismo, olvidaron a las personas que de manera temporal residen en el estado, pues olvidaron el proyecto Cancún en el que el gobierno federal invirtió más de 600 millones de pesos, con la intención de atraer personas extranjeras. Por estas dos causas no podemos estar de acuerdo con lo dictaminado por este en el sentido de que aprobaron una Constitución moderna, pues lo moderno de una Constitución, además de radicar en su estructura y divisiones, debe sobre todo comprender los problemas sociales que existan en el momento.
Para Cárdenas-Gómez en el año de 1930, cuando Quintana Roo era un territorio federal, contaba con cuatro municipios: Cozumel, Felipe Carrillo Puerto, Isla Mujeres y Payo Obispo. A mediados del año 1970, ya eran siete los municipios: Benito Juárez, Cozumel, Felipe Carrillo Puerto, Isla Mujeres, José María Morelos, Lázaro Cárdenas y Othón Blanco, cinco años antes de entrar en vigencia la Constitución del Estado.
En 1993 nació el municipio de Solidaridad, y para 2008 se creó Tulum. En 2011 se constituyó jurídicamente Bacalar, y para 2015 nació Puerto Morelos. Así pues, en tan solo 40 años, el estado de Quintana Roo experimentó una organización política interesante: en primer lugar, nació jurídicamente como Estado y dio origen a la constitución de siete municipios; en los últimos años se ha observado un considerable incremento de estos, pues en los tres primeros quinquenios del siglo XXI han nacido tres municipios más.
El nacimiento jurídico de Solidaridad, Tulum, Bacalar y Puerto Morelos obedeció a la actividad turística, expresamente para complacer los intereses de importantes empresarios. Para el caso de Solidaridad y Tulum, el contexto fue el siguiente: en la década de los noventa del pasado siglo, Cancún estaba superado; este hecho y la necesidad de ofertar nuevas modalidades de turismo se constituyeron en “el Corredor Cancún-Tulum, que más tarde, por razones de mercadotecnia, se denominaría Riviera Maya”, para lo cual se creó un nuevo municipio, y nació el de Solidaridad, de la escisión territorial que se le hizo a Cozumel.
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