- Saltillo sobresale porque es una de las ciudades al norte de México más destacadas por sus calles llenas de cultura, historia y leyendas.
ANTONIO SERRANO / AGENCIA REFORMA
CIUDAD DE MÉXICO.- A su bien ganada fama en cuanto al turismo enológico y paleontológico se refiere, se suman otras alternativas de entretenimiento. Hace unos días visitamos algunos rincones del estado y traemos un quinteto de opciones para que -cuando el semáforo epidemiológico lo permita- te animes a realizar una travesía y contribuyas así a reactivar la industria turística nacional.
Además de probar los vinos de Casa Madero, reconocida por ser la vinícola más antigua de América y cuyas vides crecen en el Valle de Parras, o maravillarse con las colecciones del Museo del Desierto, en Saltillo, vale la pena realizar otras actividades que tienen que ver con el ecoturismo, el turismo cultural, el religioso y el de aventura.
UNA VISTA ENVIDIABLE
Quien visita Saltillo, capital del estado, no debe perderse de ir al Parque Mirador Saltillo. Ubicado en el barrio Ojo de Agua, este sitio realiza un homenaje a la cultura y el esparcimiento haciendo uso de la tecnología. Presume unas letras gigantes que parecen gritar el nombre de Saltillo. A través de un recorrido, “Las Puertas del Tiempo” cuentan la historia y evolución de la ciudad La Sala de Exposición Temporal está dedicada a varias manifestaciones artísticas y científicas. Hay un observatorio y un Mirador 360. Las vistas que desde ahí se observan son un regalo. Vale la pena observar el espectáculo de luz y sonido “Destellos del Mirador”. Es imprescindible ir bien abrigado y sostener un café bien caliente entre las manos.
ADMIRABLE COLECCIÓN
Otro sitio imperdible a visitar en Saltillo es el Museo de las Aves (MUSAVE). El lugar, además de ser un atractivo turístico de la capital es un baúl repleto de información para quienes estén interesados en obtener datos sobre el interesante mundo de las aves en el territorio nacional. El recinto exhibe una colección de aves disecadas. El visitante se queda maravillado al observar más de 3 mil ejemplares que representan el 73 por ciento del total de las especies mexicanas. En el museo, que se encuentra en el edificio que albergaba el Ex Colegio Jesuita de San Juan, se aprende sobre evolución, hábitat, alimentación, conservación, entre otros detalles.
MÁS CERCA DEL CIELO
Muchos saben de la buena fama vitivinícola de Parras de la Fuente, pero pocos conocen sobre un sitio que merece darse una escapada al destino: la Iglesia del Santo Madero, ubicada en la cima del cerro Sombreretillo. El templo se ha convertido en un ícono del destino. Bien vale la pena andar cuesta arriba algo así como unos 462 pasos. Cuentan los lugareños que a mayor cansancio, mayor es el número de pecados que el visitante va cargando. También se dice que el templo guarda una reliquia: una astilla de la cruz en la que crucificaron a Jesús. Un regalo sin igual se obtiene al contemplar la belleza del Pueblo Mágico y sus alrededores.
PECULIAR TENTEMPIÉ
Para algunos, el poblado de San Antonio de las Alazanas, suele ser un sitio para tomar en un descanso. Especialmente para los aventureros que, a bordo de sus motocicletas recorren esa zona de Coahuila. Y, si bien en ese destino es posible ir a conocer el Museo de las Momias lo que le ha dado fama son sus antojos culinarios. En broma, un lugareño pregunta: “¿sabes por qué se extinguieron los dinosaurios?” “Pues porque nos los comimos”. Se, responde a sí mismo esbozando una sonrisa. Y es que hasta aquí llegan quienes desean probar las famosas “dinoquesadillas”. Además, nadie debe irse sin probar los pays de manzana y el pan de elote. Todo, absolutamente todo, es delicioso.
EL REFUGIO IDEAL
Quienes disfrutan del frío y los paisajes invernales, no deben dejar pasar la oportunidad de hacer una travesía por la Sierra de Arteaga. Entre tanta belleza, el aventurero pronto halla un auténtico paraíso. Se trata de Bosques de Monterreal, un desarrollo turístico -a unos 45 minutos de Saltillo- donde es posible practicar rappel y ciclismo de montaña, montar a caballo, dar recorridos en cuatriomoto, jugar tenis o esquiar en una pista artificial, entre otras actividades. En esta época, no hay nada como disfrutar de unas de sus cabañas y de los momentos acogedores que se viven al lado de una chimenea.
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