NIDO DE VÍBORAS

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NIDO DE VÍBORAS

POR KUKULKÁN

MORENIZARSE, ANOTE, es un nuevo verbo de la Irreal Academia Cancunense de la lengua política viperina venenosa y se conjuga igualito que empoderar sólo que tiene varias pequeñas acepciones que en esta humilde columna le platicaremos a detalle por si andaba con el pendiente. Ahora que se puso de moda en Cancún y sus alrededores conjugarlo en primera persona, es decir, “yo me morenizo”, andan desatados todos los aspirinos a algún cargo de elección. Ya sean reivindicados o arrepentidos panistas, priistas, verdistas y hasta de chiqui partidos poco conocidos basta con decir “yo me morenizo” para inmediatamente convertirse, como en ese acto mágico de los cuentos de hadas de Walt Disney en un candidato de izquierda con los principios y postulados incluidos. Algo verdaderamente estremecedor y mágico, ni Obama en sus mejores momentos ni Salinas ni el general Obregón ni siquiera Juárez cuando derrocó a su compadre Porfirio Díaz, la primera vez, hace algunos años.

ES MÁS, ni Cantinflas en sus mejores momentos logró semejante transformación sólo con el hecho de la conjugación del verbo sin predicado (no nos referimos al gran pensamiento del filósofo Arjona). Imagínese el potencial que tiene si lo conjuga en todas sus modalidades empezando con la primera, segunda y tercera persona. Inimaginable, ni el PRI en sus mejores momentos logró algo así con la revolución cuando todos se decían revolucionarios, aunque ni por asomo supieran de qué se trataba. Las acepciones que hemos descubierto del verbo mágico “morenizarse” es que tiene un efecto contrario cuando los sujetos traen todavía un azul turquesa más fuerte que el PAN de Gómez Morín, un rojo, verde y blanco más marcado que el PRI de Fidel Velázquez, y un amarillo tan escuálido como un PRD en declive o un verde tatuado como Tucán como el Niño Verde Martínez. En estos casos, el laboratorio de análisis de este ‘ache’ Nido ha evidenciado demacración, debilitamiento, a veces espuma por la boca y convulsiones en esos individuos que se pasaron de tueste al “morenizarse”. Usted ya los conoce, en Cancún son muchos y andan desatados como demonios. Mañana los balconeamos, por supuesto.

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AHORA LE cuento, la otra parte, los que ya son morenos, los que no se morenizaron ni se morenizarán porque ya estaban morenos desde que nacieron los muy izquierdos. Una generación que nació de movimientos como el Yo Soy 132. Una de ellas, es Gracia Morales Alzaga, quien se registró para obtener una candidatura por Morena a una diputación federal, y otro de ellos es Antón Bojórquez, quien se enlistó como aspirante a síndico municipal de Solidaridad. Ambos son abogados, jóvenes, comprometidos con Quintana Roo desde la familia y morenos desde que nacieron. Gracia resume su posición como “orgullosa chaira” quitándole el sentido despectivo para otorgarle el denominador de honradez y compromiso, mientras que Antón se ha comprometido de dar al cargo de síndico su significado, para hacer las cosas con justicia, salvaguardando la legalidad, la honradez y la eficiencia en el servicio público. Dos jóvenes políticos quintanarroenses a quienes no hay que perder de vista.

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EN LAS agrupaciones de restauranteros y en la de hoteleros de Quintana Roo pusieron en práctica un enroque de capitanes. Ambos fueron reelectos porque han tenido buenas calificaciones en esta época de la pandemia del Covid-19. Al chef Marcy Bezaleel Pacheco Mendoza le extendieron el cheque en blanco al frente de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac) y al fogueado Roberto Cintrón como presidente de la Asociación de Hoteles de Cancún, Puerto Morelos e Isla Mujeres. Capitanes a prueba de mareas altas, virus, huracanes y turbulencias.

@Nido_DeViboras