Detrás del vestuario que cubre el drama

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  • El vestuario también cuenta una historia, cada personaje tiene un propósito y hay que darle vida y personalidad por medio de la ropa que usa.
FERNANDA PALACIOS / AGENCIA REFORMA

CIUDAD DE MÉXICO.- Detrás de la magia de las telenovelas no solamente hay una gran historia de amor, sino una producción que, desde las locaciones hasta los vestuarios, se esmera en reforzar la espectacularidad de sus tramas.

“Lo más importante del trabajo que hay detrás de todo esto es el amor que le ponemos cada día a cada proyecto y a cada uno de los retos que tenemos en ellos, en cada personaje, cada actor que vestimos y cada historia que contamos.

“Porque la ropa cuenta una historia, cada personaje tiene un propósito y hay que darle vida a través de este trabajo”, destacó Solange Alchourron Coppola, responsable del área de vestuario en Televisa.

El departamento, que en este momento alimenta 19 producciones, no sólo se limita a los melodramas, sino a todos los proyectos de la cadena, desde programas como ¿Quién es la Máscara?, Me Caigo de Risa, ¡Cuéntamelo YA! y La Rosa de Guadalupe, hasta las telenovelas.

“Somos aproximadamente 200 personas las que estamos trabajando todos los días en esto, desde programas en vivo, novelas, la barra de comedia, todos esos pasan por las manos de los diseñadores y uno tiene su propio equipo para poder llevar a cabo cada proyecto”, explicó Alchourron.

Esta área, en la cual la diseñadora lleva cuatro años al frente, cuenta con diseñadores de vestuario, asistentes, almacenistas, taller de costura y sastrería, tintorería y administración, todas centradas en llevar a cabo la meticulosa labor que ha creado las icónicas prendas detrás de títulos como Silvia Pinal. Frente a Ti, El Hotel de los Secretos, Rebelde y los melodramas de época como Amor Real y Alborada, siendo estos el mayor reto.

“Cada producción, historia y programa, todos tienen su grado de complejidad, pero definitivamente todo lo que sea de época o programas como ¿Quién es la Máscara? son proyectos que llevan retos más grandes.

“Porque todo lo que se hace lo hacemos desde cero, aquí en los talleres se diseña, y en el caso de lo de época el reto es encontrar las telas de ese entonces, en 1900 tenían mucho algodón y hoy en día son más poliéster y otras telas que no puedes utilizar, no usamos telas parecidas, usamos las que son”, destacó.

UN PROCESO EXTRA

Ante la Covid-19, al meticuloso trabajo en cada una de las áreas se le tuvo que agregar todo un proceso de desinfección para mantener cuidados a cada uno de los participantes.

“Desde la compra de las telas, todo pasa por un proceso de sanitización, después pasa a tintorería con líquidos especiales y sanitizantes, regresa a la bodega, se saca lo de todos los días y ahí se vuelve a desinfectar.

“Y antes de que entre a camerinos, toda la ropa y accesorios se vuelven a sanitizar y se ponen en bolsas de plástico. Una vez que terminamos, regresan a tintorería y se repite el proceso”, detalló Alchourron Coppola, encargada de todo el departamento de diseño y vestuario.

Labor titánica
  • De 80 mil a 90 mil prendas resguardan en el almacén central.
  • De 7 mil a 12 mil prendas usan en cada proyecto.
  • Más de 200 personas involucradas en el departamento de vestuario.
  • De 300 a 400 cambios de vestuario registran en un día de grabación.

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