- El complejo inmobiliario Bahia Principe Residences prometió amenidades a los propietarios y en 10 años no les ha cumplido.
ÉDGAR FÉLIX
PLAYA DEL CARMEN, Q. ROO.- Les prometieron vivir como príncipes en residencia frente al mar turquesa del Caribe mexicano, con acceso completamente gratuito a cualquiera de los hoteles cinco estrellas del complejo para disfrutar de una milla de playa, piscinas, club de playa privado para propietarios, gimnasios, áreas deportivas, teatros… pero los estafaron.
Los más de 400 ilusionados propietarios de Bahia Principe Residences and Golf, ahora llamado Tulum Country Club, han iniciado una larga carrera de denuncias contra la desarrolladora Grupo Piñero (España) por defraudación, por promesas incumplidas y por publicidad falsa, engañosa, lo cual representa una violación a Ley Federal de Protección al Consumidor en México.
Hasta el pasado 12 de febrero habían emplazado a la desarrolladora, con sede en España, para obtener una respuesta positiva a sus peticiones, evitar acciones legales siempre y cuando se les restituya lo que por derecho les corresponde y de acuerdo con los ofrecimientos que hubo al momento de la compra. No tuvieron respuesta.
Ahora han iniciado una fuerte acción colectiva ante la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), presentando detalladamente la violación a la ley federal durante más de 10 años.
Tulum Country Club, del Grupo Piñero, ha promocionado ilegalmente sus productos inmobiliarios, distribuyendo publicidad engañosa a compradores nacionales y extranjeros, principalmente ciudadanos canadienses y estadounidenses, con el objetivo de lograr un consentimiento de compra precontractual para la adquisición de los mismos, alegan los afectados.
Bahia Principe Residences and Golf, el primer nombre de la empresa con sede en España, ha promovido prácticas publicitarias abusivas y confusas. La compañía y sus desarrolladores privados, han distribuido información incompleta e inexacta que no describe fehacientemente las condiciones de su oferta y los beneficios de sus productos inmobiliarios, adicionalmente, ha promovido condiciones y ventajas inexistentes.
En este punto, los afectados han publicado en redes sociales y presentado decenas de fotografías, folletos y testimonios de cómo fueron engañados. Un antes y un después.
Los documentos adjuntos que presentan ante la denuncia a la Profeco, explican al Grupo Piñero, “son prueba de las acciones abusivas y faltas de ética en la promoción de sus productos y servicios. Los beneficios para propietarios del residencial descritos en dichas publicaciones han sido progresivamente removidos. En diciembre 30 de 2020, sin notificación previa, la compañía tomó unilateralmente la decisión de un cambio de políticas, violentando así todas las promesas y derechos a las amenidades incluidas en las descripciones de su concepto living resort”.
Paulatinamente los más de 400 afectados fueron observando en estos meses pasados cómo los accesos a las áreas comunes de los hoteles se restringieron totalmente, incluyendo piscinas, áreas de playa, espectáculos, casino, discoteca, etcétera, y adicionalmente fueron “invitados” a la “inauguración” de un club de playa abierto al público en general, cuando el club había sido promovido por la empresa y sus desarrolladores, como privado y exclusivo para sus propietarios y residentes. Una estafa.
Después de numerosos intentos de negociación con la compañía mexicana, así como con su empresa matriz Grupo Piñero en España, y ante la clara negativa de respuesta a las demandas, y falta de responsabilidad, “un grupo conformado por más de 400 propietarios sumamente preocupados y molestos por estos abusos, nos vemos obligados a hacer públicas estas prácticas abusivas e ilegales de promoción para la venta de sus productos y servicios”, subrayan en la denuncia.
A través de redes sociales, uno de los propietarios señaló:
“Sabemos que es difícil mantener la rentabilidad de un club de playa privado, ya que tuvo que cotizar en bolsa. Pero lo que Bahía construyó y dónde lo pusieron no es lo que prometieron. Nosotros (el grupo comunitario de Bahía) estamos luchando duro para recuperar el acceso que se prometió. Los transportes actuales, las sillas de playa gratuitas y el 10 por ciento de descuento sólo se otorgaron después de varias reuniones largas con Bahía.
“Sí, han habido algunas críticas entusiastas del club de playa. A algunas personas les gusta frecuentar los clubes de playa de la zona con bebidas, música y multitudes y pagan. Si alguna vez nos volvemos ecológicos, no puedo imaginar cómo habrá espacio para los residentes. Escuché que van a diseñar una parte de la playa con palapas y sillas para nosotros, ¡pero aún no hay estacionamiento! Muchos del grupo de la comunidad quieren recuperar nuestro acceso simple, los gimnasios, las piscinas… seguiremos luchando”.
En la denuncia muestran la folletería y los comunicados que les hicieron llegar en el tiempo de venta. Entre los servicios, infraestructura y espejitos ofrecidos por la empresa española, destacan los siguientes:
“Al convertirse en propietario de un lote, condominio o residencia, tendrá acceso completo a cualquiera de nuestros hoteles cinco estrellas para disfrutar de piscinas, una milla de playa, un club de playa privado para propietarios, gimnasios, áreas deportivas y teatros. De forma completa y gratuita, así como un gran programa de descuentos que va del 15 al 50 por ciento en el consumo de todos los servicios dentro del resort, incluido nuestro campo de golf Robert Trent Jones II, de 27 hoyos, y reciba un 10 por ciento de descuento en Kay Beach Club en el consumo de alimentos y bebidas identificándose como propietario registrado”.
Casi 10 años después, los compradores de buena fe están muy lejos de vivir como príncipes
y ahora deben enfrentar gastos por la lucha legal que han emprendido para que les restituyan lo que les vendieron, como dice uno de los propietarios: “Restituyan sólo lo que prometieron. No queremos ni más ni menos”.
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