- Raúl Beyruti llegó a decir públicamente que manejaba alrededor de 200 mil empleados subcontratados para empresas grandes.
VERÓNICA GASCÓN / AGENCIA REFORMA
CIUDAD DE MÉXICO.- El complejo entramado que tejió Raúl Beyruti, a través de GIN Group, permitía a empresas evadir el pago de cuotas obrero-patronales y obligaciones fiscales, pero vulneraba los derechos de los trabajadores.
Así, mientras las empresas generaban “ahorros”, los empleados recibían el peor trato porque cambiaban de manera constante de patrón y no generaban antigüedad.
El llamado “rey del outsourcing” ofrecía diversos “modelos” laborales a las empresas, incluyendo el tradicional, en el cual mostraba el costo que implicaría pagar obligaciones fiscales y laborales, de acuerdo con fuentes que pidieron el anonimato.
Ofrecía otro modelo en el cual se registraba al empleado ante el IMSS con un salario menor al que recibía y sobre esa cifra se hacía el cálculo del pago de las cuotas obrero patronales.
El trabajador recibía en diferentes depósitos su salario, ya que uno reflejaba la cotización ante el IMSS y el resto lo obtenía “por fuera”, añadió.
La oferta de Beyruti consistía en ofrecer beneficios a los empleados como seguros de vida, membresías a clubes deportivos y clínicas que, por cierto, constituían parte del mismo grupo. Además, ofrecía cursos de capacitación a través de Fundación GIN.
Beyruti llegó a decir públicamente que manejaba alrededor de 200 mil empleados subcontratados para empresas grandes, como Walmart, Femsa, Indetex, Comex, HSBC, Afirme, entre otras. Grupo GIN diversificó sus negocios en sectores como alimentos, hospitales, restaurantes, seguridad privada, seguros y fianzas y en medios de comunicación.
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