POR KUKULKÁN
LOS DEL refinado PAN, los izquierderechos del PRD y lo que queda del otrora partidazo PRI andan con todo para postular un “candidato ganador” al Ayuntamiento de Benito Juárez. Nada les importa más que hacer un papel decoroso en la joya del turismo estatal y nacional, pero los dos posibles suspirantes sacaron las tinas y molcajetes para darse con todo. Y vaya que el estilo de mercado con aires de tortillería de barrio les viene flojo. Usted ya conoce el refinamiento verbal y físico de Jesús “Chucho” Pool Moo, quien ya fue hasta tomar medidas a las oficinas de la Presidencia Municipal donde todavía despacha la morenista Hermelinda Lezama. Ya se vio y anda desatado el chapulín de la política quintanarroense. Lo suyo lo suyo es el oráculo político y ya le habló.
POR EL OTRO lado, Carlos Orvañanos Rea sigue empecinado por poner tapetes de terciopelo para obtener la candidatura opositora pero la mayoría de sus militantes están aferrados de llenar con lodo y alguno que otro insulto el proceso de selección interna. Interesante el zipizape poligrillo.
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AL FIN llega una buena imagen del Congreso del Estado de Quintana Roo en los medios de comunicación mundial especializados, escritos en japonés, inglés, español y casi todos los idiomas. Han intitulado: “Congreso regional de México validará documentos en la blockchain de Avalanche”. ¿Qué tal? En la cima de la tecnología. Los textos citan que el Congreso de Quintana Roo adoptará la llamada tecnología de contabilidad distribuida (DLT), en blockchain, para validar documentos relacionados con la legislación local.
VARIAS VÍBORAS quedaron boquiabiertas con esta primera lectura y luego citan que la entidad anunció que utilizará la red del proyecto Avalanche para la certificación de iniciativas, dictámenes y decretos. La incorporación de los registros distribuidos en el poder legislativo forma parte de una actualización del sistema de gestión de correspondencia y de archivo. De acuerdo con un comunicado de prensa divulgado el primer día de marzo, el Congreso regional será el primero del país en implementar DLT. Ni Obama. Por supuesto, una noticia de poco interés local. La información registrada en una blockchain es inmutable, es decir, no puede ser modificada una vez que los datos son ingresados. Esta característica es una de sus fortalezas contra potenciales modificaciones o intento de destrucción de documentos.
MÉXICO HA sido receptivo con las DLT y sus diversas aplicaciones. Un estudio difundido en octubre del año pasado por el prestigiado medio de origen latinoamericano, Criptonoticias, destacó que cuatro de cada 10 empresas quieren usar blockchain, o incluso criptomonedas, en sus modelos de negocios. El reporte de la firma de investigación Ponemon señaló que 43 por ciento de las organizaciones consultadas usaría blockchain para procesos administrativos, transacciones de activos, criptomonedas, monederos, identidad digital, cadena de abastecimiento o contratos inteligentes.
EN LA ACTUALIDAD los proyectos DLT abarcan, por ejemplo, la certificación de títulos académicos o propuestas para la distribución de vacunas contra la enfermedad infecciosa Covid-19. Aunque es conocida globalmente como tecnología de contabilidad distribuida, o blockchain, se trata en realidad de tecnología Bitcoin. Los registros de este tipo nacieron con la primera criptomoneda y permiten asentar información sobre transacciones de valor o datos, todo basado en técnicas de criptografía. Pues Quintana Roo ya anda en esas cimas de la tecnología, aunque en otros asuntos está de lágrima viva.