- La Comisión Europea inició este lunes un procedimiento de infracción contra el Reino Unido por una presunta violación del acuerdo de salida de la Unión Europea.
STAFF / LUCES DEL SIGLO
BRUSELAS, BÉLGICA.- La Comisión Europea inició este lunes un procedimiento de infracción contra el Reino Unido por una presunta violación del acuerdo de salida de la Unión Europea y del protocolo sobre Irlanda e Irlanda del Norte.
“Espero que podamos resolver este asunto de manera colaborativa, pragmática y constructiva”, señaló el vicepresidente de la Comisión, Maros Sefcovic, tras anunciar el expediente de infracción contra Londres.
El conflicto inició el 3 de marzo, cuando Downing Street anunció por sorpresa que mantendría durante seis meses más (hasta octubre de 2021) la libre entrada de productos en Irlanda del Norte.
Tras el Brexit, se acordó que Irlanda del Norte siguiera formando parte del mercado interior europeo, lo que obliga a imponer controles entre esa provincia británica y el resto del Reino Unido.
Bruselas acusó al gobierno de Boris Johnson de extender unilateralmente el periodo de gracia que hasta el próximo 31 de marzo permite la entrada en Irlanda del Norte sin control aduanero de ciertas mercancías procedentes de otras partes del Reino Unido.
Maros Sefcovic remitió también una carta a Londres en la que emplaza a las autoridades británicas a buscar una salida negociada que evite un choque frontal entre la Unión Europea y el Reino Unido, solo unos meses después de que el 31 de diciembre de 2020 se completase de manera definitiva el proceso del Brexit.
El expediente podría terminar ante el Tribunal de Justicia europeo, que podría imponer una sanción multimillonaria si Londres no rectifica o se aviene a negociar con la Unión Europea los posibles periodos de gracia.
Bruselas advierte de que el protocolo sobre Irlanda confiere plenos poderes al Tribunal de Justicia europeo.
Además, la Comisión activará el procedimiento de arbitraje previsto en el acuerdo de salida si antes del 31 de marzo el Gobierno de Johnson no inicia “consultas de buena fe” con la UE en el marco del comité conjunto que vela por el cumplimiento de lo pactado.
Fuentes comunitarias reconocen que si no se logra una solución negociada, el problema norirlandés puede envenenar toda la relación bilateral entre la UE y el Reino Unido.
Incluida la negociación en marcha sobre el sector financiero para permitir que la City londinense siga teniendo un acceso privilegiado al mercado europeo.
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