Viven 2 mil 200 millones de personas sin acceso a agua

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  • Aún sin estar en la época más dura del estiaje, el agua escasea y presas del Valle de México se encuentran al 50 por ciento de su capacidad.
ISRAEL SÁNCHEZ / AGENCIA REFORMA

CIUDAD DE MÉXICO.- A pesar de que todas las actividades sociales y económicas dependen en gran medida del abastecimiento de agua dulce y de su calidad, 2 mil 200 millones de personas viven sin acceso a agua potable, de acuerdo con la ONU.

El panorama:
-Mil 386 billones de hectómetros cúbicos de agua se calcula que hay en el planeta.
-Sólo 0.77 por ciento es dulce, para consumo humano y los ecosistemas.
-En 2016 se listaron los riesgos más importantes para la humanidad en los siguientes 10 años, y la crisis del agua ocupó el primer lugar con 39.8 por ciento del total.
-Garantizar agua limpia y saneamiento para todos ocupa el punto seis de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de la ONU.

El manejo adecuado del agua enfrenta problemas alrededor del mundo, y asegurarla a las poblaciones es un desafío constante.

Algunos factores que repercuten en su disponibilidad y calidad:
-La extracción ineficiente del agua subterránea.
-El crecimiento sin planeación de las ciudades y el aumento en el número de sus habitantes.
-El alto requerimiento del sector agrícola e industrial.
-Falta de infraestructura para tratar las aguas residuales.
-Sequías cada vez más severas.

Pendientes para México
Expertos de la UNAM coinciden en que en el País es necesario:
-Conocer mejor cuánta agua hay, de dónde viene y a dónde va.
-Cómo y por qué se contamina.
-Establecer con claridad en la Constitución que las aguas subterráneas son propiedad de la Nación.
-Contar con una Ley de Aguas Nacionales que reconozca el derecho humano al líquido, como establece el Artículo Cuarto de la Carta Magna, e incluya al agua subterránea (que constituye más del 97 por ciento de la que hay en el País).

Además de la cantidad, se desconoce su calidad; qué impacto tendrá en los ecosistemas la extracción del agua subterránea, y, por consiguiente, cuál es la forma sustentable de obtenerla a largo plazo, señala José Joel Carrillo Rivera, investigador del Instituto de Geografía (IGg) de la UNAM.

Manuel Perló Cohen, académico del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de esta misma casa de estudios, señala la necesidad de que el Gobierno federal lleve a cabo acciones que demuestren que el agua es un tema prioritario y se establezcan los lineamientos en la materia, a fin de resolver el problema en el corto, mediano y largo plazo.

¿Suficiente para todos?
La actual crisis mundial del agua es producto del acelerado crecimiento poblacional, pues cada año se requieren mayores cantidades de este líquido, y las fuentes que se utilizaban -como manantiales, pozos o presas- ya no son suficientes para abastecer a la totalidad de la población, indica Eric Morales Casique, del Instituto de Geología (IGl) de la UNAM.

En el mundo hay alrededor de una treintena de “puntos calientes” por posibles conflictos en torno al agua. Por ello, también hay que valorarla como un elemento de paz, concordia y entendimiento, subraya Perló Cohen, doctor en Planeación Urbano-regional por la Universidad de California, en Berkeley.

El problema de la distribución
La mayor demanda del líquido no corresponde, en general, a la mayor disponibilidad del líquido en el planeta.
En México, por ejemplo, la mayor cantidad de agua superficial (ríos, lagos, precipitaciones) está en el sur y sureste, en entidades como Tabasco y Chiapas.
La mayor demanda se ubica en el centro y norte del territorio, donde hay mayor concentración de población y desarrollo económico.

Con base en datos de la Conagua:
-67 por ciento del País es árido y semiárido, y sólo 33 por ciento húmedo.

La contaminación también disminuye la cantidad de líquido apto para el consumo humano, advierte Morales Casique.

TESORO SUBTERRÁNEO

La mayoría de este recurso, aproximadamente 96%, se encuentra en los océanos. Mientras que la mitad del agua dulce del planeta -menos del 2% del total- está en los casquetes polares en forma de nieve o glaciares.
Un porcentaje similar es subterránea, la cual está almacenada en los poros de formaciones o fracturas de rocas, o cavernas, explica Morales Casique, doctor en hidrología por la Universidad de Arizona.

De acuerdo con la Conagua:
-39% de los usos nacionales (excepto hidroelectricidad) son suministrados por las aguas subterráneas.

En la Zona Metropolitana de la Ciudad de México, por ejemplo, se extraen mil millones de metros cúbicos cada año, y la recarga natural estimada es de 500 millones.
-En Yucatán, más del 90 por ciento del agua que se utiliza es subterránea, porque no hay ríos o lagos. Lo mismo que en otras entidades, como Zacatecas.

El agua subterránea se localiza en diversas profundidades viajando en flujos con diferente calidad, pero se carece de un número de profesionales con el conocimiento necesario de la infraestructura para extraerla, al igual que para tratar las aguas residuales.
Aunado a esto se debe considerar el hundimiento en la CDMX, que actualmente es de 40 centímetros por año en las zonas más críticas.

“Mientras sigamos extrayendo una cantidad de agua tan importante el hundimiento va a seguir, porque los sedimentos seguirán perdiendo presión y se van a seguir compactando”, adelanta Morales Casique.

AGUA Y PANDEMIA

Pese a que una de las principales medidas preventivas repetida desde el inicio de la pandemia de Covid-19 ha sido lavarse las manos, casi tres mil millones de personas en el mundo no tienen cómo hacerlo.
Por la contingencia sanitaria se incrementó la demanda de agua de 20 a 50 por ciento en abril, de acuerdo con estimaciones de la Conagua.

Además, los organismos operadores de los sistemas de agua -aproximadamente 600 en territorio nacional- tuvieron que tomar previsiones para que el recurso no se convirtiera en factor de transmisión del SARS-CoV-2.

ACCIONES EN PANDEMIA

De acuerdo con Blanca Jiménez Cisneros, directora general de la Conagua, el organismo implementó las siguientes acciones durante la contingencia sanitaria:

-Participó en el monitoreo de 594 hospitales, vigilando el almacenamiento y desinfección de agua, con mejoras en 85 por ciento de ellos.
-Brindó apoyó a 759 hospitales fijos y ambulatorios con pronóstico climático
-Se instalaron más de mil estaciones para lavado de manos en espacios públicos y hospitales Covid-19.
-19 millones de personas de 30 entidades del País fueron beneficiadas con subsidios emergentes para desinfección del agua
-2 millones de personas en situación vulnerable, de 28 estados, fueron atendidas por las brigadas de Protección a la Infraestructura y Atención a Emergencias.

2021, AÑO CRÍTICO

Debido a que cada vez hay menor cantidad de agua, a partir de diciembre de 2020 este recurso natural cotiza en el mercado de futuros de New York, en Wall Street.

El panorama general para 2021 no es esperanzador, pues se estima que será otro año de sequía y eso afectará la cantidad de agua que podremos utilizar, tanto para uso agrícola como para abastecimiento de poblaciones.

CRISIS EN VALLE DE MÉXICO

“Las presas del sistema Cutzamala, Valle de Bravo y Villa Victoria se encuentran al 50 por ciento de su capacidad, cuando ni siquiera estamos en la época más dura del estiaje, que se prolongará hasta mayo”.
Manuel Perló Cohen, académico del IIS.

Con indicadores de México para los Objetivos de Desarrollo Sustentable (ODS) de la Agenda 2030, Jiménez Cisneros, directora de Conagua e investigadora del Instituto de Ingeniería (II) de la UNAM, ha puntualizado que:
-64 por ciento de la población nacional tiene suministro de agua potable
-87 por ciento utiliza servicios de saneamiento; es decir, está conectado a una red pública o fosa séptica y cuenta con sanitario exclusivo para su vivienda.
-49 por ciento de aguas residuales se trata de manera adecuada.
-53 por ciento de los cuerpos de agua tienen buena calidad del líquido.

Además de subrayar que el nivel de estrés hídrico es variable por regiones -alto en el norte; medio en el centro, y bajo en el sur-, hace énfasis en que el 39 por ciento de la superficie está sujeta a arreglos transfronterizos, especialmente con Estados Unidos, aunque faltan acuerdos con Guatemala.

“Si bien el tema del agua es muy global y todo mundo opina, las soluciones de los problemas son locales. Es algo que hay que entender porque no podemos generalizar y tener puntos de vista generales”, Blanca Jiménez Cisneros, directora de Conagua.

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