- El cuestionado modelo de negocio lo encabeza la división Bahia Principe Residential Golf and Resort del hotelero español Grupo Piñero.
MARCO ANTONIO BARRERA
TULUM, Q. ROO.- En lo que apunta como una operación fraudulenta que podría alcanzar a 968 propietarios y residentes de condominios de lujo y casas de playa en el exclusivo Bahia Principe Riviera Maya, más de 400 afectados denunciaron ser víctimas de manipulación mediante publicidad engañosa, ventajosa y abusiva.
Organizados para combatir la “arrogancia y prepotencia” del director del complejo, Álvaro Moya, a quien acusan de “maltrato, abuso y de defraudar a compradores”, emprendieron una lucha jurídica para que les sean restituidos los privilegios de “Living Resort” ofrecidos y que influyeron para persuadirlos para la compra del departamento, pero que les arrebataron en diciembre pasado.
Los afectados son matrimonios jóvenes mexicanos y extranjeros en retiro (entre canadienses, estadounidenses o europeos), que luego de recibir información “deliberada y deshonesta” adquirieron inmuebles valuados desde 295 mil hasta dos millones de dólares.
El cuestionado modelo de negocio lo encabeza la división Bahia Principe Residential Golf and Resort del hotelero español Grupo Piñero, que incursionó por primera vez en el mercado inmobiliario mediante el Plan Maestro Bahia Principe Residential Golf and Resorts y/o Tulum Country Club by Bahia Principe Residences en Tulum, Quintana Roo.
La empresa ha vendido (desde hace una década) decenas de bienes inmobiliarios construidos sobre un mega terreno de 570 hectáreas promovidos con la promesa de una alta plusvalía por estar adyacentes a cuatro resorts “All inclusive” del mismo emporio que cuenta con una oferta conjunta de tres mil 32 cuartos en Tulum y Playa del Carmen.
La trampa que denunciaron los quejosos ante la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) en Cancún, se orquestó mediante contratos de compra-venta pactados a través de la inmobiliaria BP Promotions, S.A. de C.V. (creada ex profeso en 2016), los cuales generaron anticipos a la firma por más de 100 millones de dólares.
El supuesto abuso, añadieron, fue que la misma división inmobiliaria pactó las operaciones mediante contratos de promesa de venta, de los cuales se ha desentendido para escriturar los inmuebles. “Calculamos que únicamente 10 por ciento de compradores tienen el documento”.
A partir de entonces se les excluye de participar en las reuniones condominales en las que se imponen unilateralmente nuevas políticas internas y cambio de densidades de construcción, reglas de operación y cuotas mensuales sin notificación a propietarios. “Hace una década no hay una asamblea abierta”.
A los que se quejan (especialmente extranjeros que vacacionan esporádicamente), aseguran, son amedrentados con ser expulsados del país mientras que a los nacionales se les advierte que podrían enfrentar cargos por difamación.
Los afectados, hasta el momento, han interpuesto 23 denuncias ante la Profeco contra la división inmobiliaria que se niega a respetar las promesas de venta, de mantener privilegios “living resort”, bajo el argumento de que “no está en el contrato”, “nosotros no prometimos nada”, “privado y exclusivo tiene muchos significados” o “cometimos el error de no aclarar que las condiciones podrían cambiar”. Los hechos fueron denunciados por correo electrónico al director responsable en Mallorca, España, Jaime Sitjar, el pasado 8 de febrero.
La filosofía comercial difundida en internet por el Grupo Piñero (constituido en Palma de Mallorca en 1977) señala en el apartado “Tenemos palabra” que “si no podemos cumplir algo, no lo decimos. Y lo que decimos, es porque podemos hacerlo realidad”. Su llamado es también al corporativo “a honrar la reputación 5 estrellas en la confianza de propietarios para que las políticas y procedimientos sean justos, equitativos y alineados a las promesas”.
El “maltrato y abuso” a los inversionistas fue porque al momento de la compra se les ofrecieron privilegios que les fueron retirados, como el acceso total y gratuito a las áreas comunes y deportivas, playas, gimnasios y teatros, y pases de 24 horas para entretenimiento nocturno, shows y música en los hoteles Grand Bahia Principe Tulum y Luxury Bahia Principe Sian Ka´an, que entre ambos cuentan con una infraestructura de nueve piscinas, nueve restaurantes, 12 bares, dos discotecas y un parque acuático para niños.
Igualmente, beneficios de precios preferenciales en el “Day pass” del Grand Bahia Principe Grand Cobá y el Luxury Bahia Principe Akumal, que ofrecen esparcimiento en cinco piscinas, 17 restaurantes, 18 bares, dos discotecas y dos parques acuáticos para niños.
Igualmente, la pérdida de descuentos (5 a 50%) en consumos, incluido el campo de golf de 27 hoyos “Robert Trent Jones II”, descuentos (10%) en el club de playa público “Kay Beach”, pases a gimnasio renovables por 30 días y entradas nocturnas al hotel para adultos, acceso a una plaza comercial y el disfrute de una clínica exclusiva y una casa club con canchas de tenis y restaurante gourmet. Incluso se les prometió un club de playa lujoso y “exclusivo” que fue abierto a todo el público, sin ser lo que se prometió en maqueta. El denunciado modelo inmobiliario sigue en operación y amenaza con extenderse a clientes amantes del golf para quienes se construyen otras 738 viviendas del mismo desarrollo.
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