- Los Tigres sufrieron su primera derrota como local del 2021, tras caer 6-1 ante Piratas de Campeche, en arranque de la Liga Mexicana de Beisbol.
VÍCTOR HUGO ALVARADO
CANCÚN, Q. ROO. – Sin importar la amenaza del retroceso a semáforo rojo ante el repunte de coronavirus en Quintana Roo, los aficionados de los Tigres en la Liga Mexicana de Beisbol (LMB) no dudaron en comprar entradas y ser testigos de la primera derrota como local del 2021, tras caer 6-1 ante Piratas de Campeche.
El estadio Beto Ávila, ubicado en la Supermanzana 21, vio a sus seguidores conglomerarse desde las 6 de la tarde para ser de los primeros en ingresar, después de 20 meses sin cantar ‘playball’ en un partido oficial, a pesar de que el contexto sanitario y social estuviera en su contra.
Con filas para hombres, mujeres y abonados, el equipo presumió de tener boletaje agotado apenas unas horas después de iniciar su venta virtual. A diferencia de la pretemporada, su filtro sanitario fue más estricto, e incluso tenían instalada una carpa de pruebas rápidas de COVID-19, misma que brilló por la ausencia de gente o personal médico.
Y así, con aficionados temerarios y fuegos artificiales que generaron más pánico afuera del estadio que alegría por volver a ver béisbol, Tigres de Quintana Roo iniciaron con el pie derecho y anotaron la primera carrera del juego apenas en la primera entrada.
Sin embargo, después de ser empatados en la cuarta entrada, la remontada de los Piratas de Campeche inició con dos carreras en la sexta entrada, y tres en el ‘fatídico’ séptimo episodio, para sellar el 6-1 final y ‘amargar’ el regreso de la afición al estadio Beto Ávila.
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