Admite Fonatur retrasos en Tren Maya

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Admite Fonatur retrasos en Tren Maya
  • Fonatur reconoció que el proyecto del Tren Maya acumula, hasta ahora, un atraso de 16 semanas por la pandemia de Covid-19 y las lluvias.
DALILA ESCOBAR

CIUDAD DE MÉXICO.- El Fondo de Fomento al Turismo (Fonatur) reconoció que los trazos de la construcción del Tren Maya cambian constantemente tanto por los hallazgos arqueológicos como por el desconocimiento del terreno por donde avanzan las obras, además de que el proyecto acumula hasta ahora un atraso de 16 semanas por la pandemia de Covid-19 y las lluvias.

El director de Fonatur, Rogelio Jiménez Pons, expuso que trabajan a velocidad para que de esos cuatro meses perdidos se puedan recuperar dos este 2021; y el resto, en el siguiente año. No obstante, todavía el proyecto está sujeto a la próxima temporada de lluvias en el sureste mexicano que podrían, o no, retrasar más los trabajos  

Ante este panorama y para acelerar las obras con el fin de que el Tren Maya entre en operación en 2023, como lo comprometió el gobierno federal, el presidente Andrés Manuel López Obrador ofreció que para no detener los trabajos todas las secretarías de Estado agilizarán los trámites necesarios. 

“Nos están ayudando mucho los secretarios de Estado para tres temas fundamentales: derechos de vía, porque muchas veces te tienes que mover para evitar un pueblito o tienes que evitar una curva, te tienes que mover tantito y entonces tienes que comprar un nuevo derecho de vía”, afirmó Jiménez Pons a Luces del Siglo

En segundo término, añadió, se facilitarán los cambios de uso de suelo que le corresponden a la Semarnat, trámite que también va retrasando la gestión, pero aun así se resolvió.

“Para que a los contratistas les resulte todo esto interesante y todos ganen, tienen que aumentar su rendimiento, y no puedes dar rendimiento si no puedes dar tramos claros de trabajo”, precisó. 

Las secretarías que agilizan los procesos para la obra, citó, son la de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), la de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), el Registro Agrario Nacional y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), encargados de facilitar la tramitología de los tramos ya designados de trabajo.

En junio de 2020 el Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible (CCMSS) expuso que la Semarnat reportó que, a Fonatur Tren Maya, S. A. de C. V. se le autorizó la exención de la presentación de una Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) para el proyecto denominado ‘Rehabilitación y Mantenimiento de Vía Ferroviaria’.

Sin embargo, denunció que se trató de “una maniobra de enorme irresponsabilidad, ya que el proyecto Desarrollo Integral Territorial y Urbano de la Región Sureste de México, a cargo de Fonatur, ha sido formalmente iniciado e incluye la construcción de un conjunto amplio de infraestructura que incluye vías de tren, estaciones, parques agroindustriales, centros turísticos y nueva ciudades”.

Al respecto, el director de Fonatur ha argumentado que las obras se harán sobre una vía existente y por lo tanto no tienen efecto los amparos o los obstáculos sobre la obra, dado que ya se cuenta con lo requerido.

Pero la organización que denunció las irregularidades afirma que “en esa respuesta se dice que se trata de la ‘rehabilitación’ de una vía ya existente, esto es incorrecto, pues, como explicó la Academia Mexicana de Impacto Ambiental: “De los 1500 kilómetros aproximadamente que se pretenden desarrollar, apenas en el 18 por ciento de estos hay vías existentes. El resto se debe construir desde cero”.

También expuso que “las vías existentes fueron construidas hace más de 150 años y su trazado y especificaciones no se ajustan a las necesidades de un tren moderno de pasajeros, con velocidad de crucero mayor. Técnicamente no es posible usar lo existente”. Es decir, se trata de un proyecto completamente nuevo que generará nuevos impactos ambientales. 

Otros inconvenientes que han tenido las obras son por cuestiones climatológicas: “Tenemos un retraso de cuatro meses que no hemos podido recuperar, por la pandemia y por las lluvias que además han sido atípicas, hay que sumarle la temporada que viene”, dijo. 

El titular de Fonatur confió en que el terreno sobre el que se construye el Tren Maya puede absorber la humedad cuando no se presentan lluvias todos los días. 

“Ahorita lo que está pasando es que llueve en las tardes–noches, pero en la mañana sale el sol y se evaporan los charcos, entonces nos tenemos que apresurar con maniobras en ese rato incluso el agua ayuda un poco en las compactaciones”, explicó.

Y ejemplificó que un problema “es cuando vienen las temporadas de lluvia seguidas, que son tormentones que saturan de agua el terreno y hay días que no hay sol y son completamente de lluvia y ahí sí es un problema porque saturas el material y son broncas de compactamiento de los materiales”.

A partir de septiembre deberán cerrar terracerías, sobre todo porque abren cimentaciones de pasos a desnivel y buscan anticiparse e introducir elementos que ayuden a drenar al interior de las excavaciones y evitar que se acumule el agua, para lo cual también es necesario el uso de bombas que resultan costosas y se necesitarían varias para cada tramo de construcción. 

Jiménez Pons afirmó que podrán recuperar los meses de atraso, aunque reconoció que aún tienen un reto enfrente por lograr que en 2023 esté en funcionamiento. 

“No sólo son las lluvias o la pandemia, hay muchas cuestiones, el tramo tres que se jalan los cabellos los contratistas, van más de 14 mil hallazgos arqueológicos y no se puede avanzar tan rápido porque entran los arqueólogos y por muy buenas intenciones que tengan pues les lleva trabajo”, dijo. 

Aun así, calculó que en máximo de tres meses comenzarán las obras en las zonas arqueológicas que han atrasado los trabajos principalmente en los primeros dos tramos. 

Este fin de semana el presidente Andrés Manuel López Obrador sobrevoló la región por donde pasará el Tren Maya y que involucra a cinco estados del sureste mexicano.

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