Arman haitianos tianguis migrante

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Arman haitianos tianguis migrante
  • Los migrantes haitianos armaron un tianguis en el centro de Tapachula, donde ofrecen servicios y productos que van desde corte de pelo y costura, hasta calzado.
ÉDGAR HERNÁNDEZ / AGENCIA REFORMA

TAPACHULA, Chiapas.- En su larga espera en busca de asilo y para obtener algunos pesos que ayuden a su manutención, los migrantes haitianos armaron un tianguis en el centro de Tapachula, donde ofrecen servicios y productos que van desde pedicure, corte de pelo y costura, hasta calzado.

Muchos de ellos intentaron buscar empleo, pero ante la falta de oportunidad, decidieron autoemplearse en la vía pública.

Comenzaron unos cuantos, en el llamado sendero peatonal del Centro Histórico de Tapachula, pero debido a la inconformidad de los empresarios fueron reubicados a dos calles, en los alrededores del Mercado Sebastián Escobar, donde ya son al menos medio centenar.

Ysemy Lector, haitiano de 29 años de edad, corta cabello a sus connacionales bajo una sombrilla en un espacio de un metro cuadrado.

Ahí utiliza de silla un banco de plástico y un pequeño espejo colgado en la pared. En una soga impresiones a color sobre los tipos de corte y en el piso dos estuches con sus utensilios.

Les cobra de 30 a 50 pesos por un corte que regularmente cuesta 80 o 100 pesos en una peluquería local.

Son muy pocos los mexicanos que les compran o usan sus servicios, reconoce.

Mariot Pierre instaló una máquina de coser en la entrada de una tienda de autoservicio donde arregla playeras, pantalones y camisas para sus paisanos de Haití.

En un buen día logra ganar 400 pesos, mientras que un día malo 100. Dinero que considera insuficiente para el sustento de su esposa y dos hijos.

Tiene apenas un mes en México, después de vivir seis años en Brasil, y dice que por fortuna ya inicio el trámite de solicitud de refugio por lo que ahora toca esperar a que proceda.

Raisa Louis arregla las uñas y los pies. El servicio de spa cuesta 200 pesos y lo utilizan tanto hombres como mujeres.

“(Los haitianos) más piden (servicio en) los pies porque pasan mucho tiempo caminando o parados esperando”, dice Louis en una breve entrevista, ya que habla muy poco español.

Y para no olvidar el sazón de la isla, la mayoría come con Elba, quien ayer preparó arroz con frijoles y una especie de guiso de pollo.

En el tianguis haitiano hay además productos de belleza, ropa, artículos de telefonía, verduras y otros.

Un joven grita en haitiano criollo, su lengua materna, para ofrecer recargas de saldo, así como chips de distintas compañías de telefonía celular.

Los empresarios locales critican el crecimiento del comercio informal, ya que dicen representa caos para la ciudad. Elmer Aquiahuatl, de la Asociación de Comercios Establecidos y Propietarios de Inmuebles de Tapachula, urgió a los Gobiernos de los tres niveles a abordar el fenómeno migratorio desde un enfoque integral, en beneficio tanto de esa población como de los residentes.

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