- Una avalancha de haitianos, entre ellos familias con niños y embarazadas, ha arribado a Del Rio, ciudad fronteriza con Acuña, Coahuila.
ARTURO ORTEGA / AGENCIA REFORMA
TEXAS, ESTADOS UNIDOS.- En medio de la crisis migratoria por las oleadas sin precedente de haitianos que llegan a esta ciudad texana y que sumaban ya más de 12 mil, el Gobierno de Estados Unidos respondió ayer cerrando el puente internacional y anunciando deportaciones masivas.
Desde el lunes, una avalancha de haitianos, entre ellos familias con niños y embarazadas, ha arribado a Del Rio, ciudad fronteriza con Acuña, Coahuila, para pedir asilo a las autoridades estadounidenses.
El Alcalde texano Bruno Lozano ha calificado la situación de insostenible y ha señalado el dramático incremento de los extranjeros, que el lunes eran apenas mil y que ayer superaban los 12 mil, los cuales fueron hacinados en los bajos del puente Del Rio-Acuña.
“Ayer (jueves) en la mañana había 8 mil 200 esperando en la línea para ser detenidos (y pedir asilo) y al caer la noche teníamos 10 mil 500”, narró Lozano.
“A las 8:00 de la mañana (de ayer) teníamos a 12 mil 155 personas esperando ser detenidas, un tercio de la población de Del Rio, Texas, esperando debajo del puente internacional.
“Esto no es sostenible ni aceptable”, afirmó.
En reacción, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) anunció el cierre de los cruces entre Acuña y Del Rio.
“Existen rumores, que no puedo confirmar ni negar, pero podría ser que esta gente, que ahora está bajo el puente, suba al puente organice una estampida para entrar a Estados Unidos. También está el riesgo de que pongan una bomba”, dijo Lozano.
Ahora, todos los cruces se deberán hacer por el puente que une a Eagle Pass, Texas, con Piedras Negras, Coahuila.
Anoche, una fuente del Gobierno de Estados Unidos, encabezado por Joe Biden, informó a la agencia de noticias AP que planean la deportación a gran escala de haitianos que se encuentran en Del Rio.
La medida representa un giro de 180 grados de la reciente política de Biden que consideraba a los haitianos un grupo vulnerable y había facilitado su asilo.
Hasta el 31 de agosto, por ejemplo, más de 2 mil haitianos cruzaron por Matamoros, Tamaulipas, donde se habían brindado facilidades.
En Del Rio también se habría dado apoyo a estos extranjeros que huyen de su país afectado por la pobreza, la violencia política y criminal, y los desastres naturales.
Los haitianos llegan a México desde Centroamérica y entran por Tapachula, Chiapas, desde donde inician su camino hacia el norte del País.
De acuerdo con AP, serán entre cinco y ocho vuelos diarios de deportación, que llegarán a Haití, una medida que se había resistido a aplicar Biden.
San Antonio, Texas, podría ser uno de los puntos de salida, añadió la fuente estadounidense.
En tanto, las autoridades de Del Rio solicitaron una declaratoria de emergencia para acceder a recursos estatales y federales para atender la emergencia.
Los migrantes han formado campamentos improvisados y deambulan entre México y Estados Unidos pidiendo comida, al tiempo que ya se reportan algunos contagios de Covid-19 y al menos dos partos.
Y OTROS ENFILAN A REYNOSA
Mientras miles de haitianos llegaban a Del Rio, Texas, ciudad fronteriza con Acuña, Coahuila, un grupo de al menos 500 extranjeros de esa nacionalidad fue detenido ayer en San Fernando, Tamaulipas.
Por la mañana, una caravana de 15 autobuses llenos de haitianos, presuntamente sin permisos de internación, fue frenada por la Guardia Nacional y el Instituto Nacional de Migración (INM) en el punto de revisión carretero conocido como “Las Norias”
Los migrantes aseguraron que buscaban llegar a Reynosa y Matamoros para pedir asilo a las autoridades estadounidenses.
Aunque la mayoría de los haitianos se quedó en albergues en San Fernando, decenas decidieron seguir a pie rumbo a la frontera y en trayecto recibieron aventones de mexicanos.
El primer grupo de haitianos, integrado por tres mujeres, tres niños y nueve hombres, arribó a Reynosa a las 12:00 horas y fueron rechazados por agentes de Aduanas y Protección Fronteriza de EU en la línea divisoria del puente internacional de Hidalgo.
“Tengo familia en Washington, allá quiero ir, ayúdenos”, exclamó una mujer con una niña en brazos.
Los haitianos se quedaron en el campamento improvisado que más de mil 600 centroamericanos armaron en la Plaza de la República, próximo al puente internacional, donde tramitan su asilo.
“Permisos no tenemos”, narró una mujer con un español apenas entendible, “llevamos dos meses que nos salinos de Haití”.
“Allí mataron al Presidente”, contó. “No tenemos Presidente. Hay mucha violencia en las calles. Tenemos miedo. No hay trabajo. No hay comida, lo que queríamos era salirnos”.
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