- Sólo uno de cada tres bebés de entre 0 y 5 meses recibió leche materna como alimento exclusivo, factor que afecta negativamente en su nutrición.
VÍCTOR OSORIO / AGENCIA REFORMA
CIUDAD DE MÉXICO.- Uno de cada dos menores de dos años en México no recibe los alimentos o nutrientes necesarios para crecer de manera adecuada, situación que está causando daños irreversibles en su desarrollo, advierte un informe del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
Indica que uno de cada cinco bebés de entre 6 y 23 meses no recibe el mínimo de comidas diarias recomendadas para su edad, y sólo uno de cada dos consume el mínimo de grupos de alimentos esenciales para su desarrollo.
Y sólo uno de cada tres bebés de entre 0 y 5 meses recibió leche materna como alimento exclusivo, factor que afecta negativamente en su nutrición y se ve agravado por una falta de diversidad alimentaria mínima durante el primer año de vida.
En el caso de niñas y niños menores de cinco años, también uno de cada cinco padece de mala nutrición, bien sea desnutrición crónica, carencia en micronutrientes o sobrepeso y obesidad.
“La situación se agrava por el consumo de alimentos ultraprocesados, puesto que el 40 por ciento de las calorías consumidas por niñas y niños en edad preescolar proviene de este tipo de productos”, alertó Unicef en un comunicado.
Mauro Brero, Jefe de Nutrición del organismo en México, destacó que el gobierno federal ha realizado esfuerzos para reducir la mala nutrición, con estrategias como el nuevo etiquetado frontal en alimentos ultraprocesados o la inclusión en el currículum escolar de la materia Vida Saludable.
“Aun así, queda mucho camino por recorrer en el país, y es importante seguir trabajando para mejorar la nutrición a nivel nacional, especialmente en los menores de dos años.
“En esa etapa, son más vulnerables a los efectos de la mala nutrición que en cualquier otra, debido a que, por cada kilogramo de su peso corporal, necesitan una mayor cantidad de nutrientes esenciales derivados de alimentos saludables”, apuntó.
Unicef presentó ayer el informe “¿Una alimentación para el fracaso? La crisis de la alimentación infantil en los primeros años de vida”, publicado en vísperas de la Cumbre sobre los Sistemas Alimentarios de las Naciones Unidas, que se celebra esta semana en Nueva York.
Advierte ahí que mundialmente el aumento de la pobreza, la desigualdad, los conflictos y emergencias de salud, como la pandemia de Covid-19, están contribuyendo a provocar una crisis nutricional entre los más pequeños, con pocas indicaciones de mejora en esta década.
“Las políticas y los programas destinados a mejorar la alimentación de los niños pequeños no son prioritarios, y han sufrido una erosión aún mayor debido a la pandemia de Covid-19”, alerta.
“Los niños más vulnerables son los que reciben una alimentación más deficiente, es decir, los más pequeños, los más pobres y los que viven en las zonas rurales y desfavorecidas de un país”.
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