POR KUKULKÁN
POCO a poco el color guinda ha comenzado a predominar de manera particular en el sureste mexicano y en la Península de Yucatán, tanto que se podría decir que sólo faltan Oaxaca, Quintana Roo y Yucatán para que el Movimiento de Regeneración Nacional se imponga y para ello sólo es cuestión de algunos meses más para que dos de esas tres entidades también pasen a formar parte del proyecto político del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
BAJO el manto de la Cuarta Transformación, ya liderados por Tabasco, con Carlos Manuel Merino Campos; Chiapas, Rutilio Escandón; Guerrero, con Evelyn Salgado; Campeche con Layda Sansores, y con toda seguridad para el 2022 se habrán de sumar Quintana Roo con Rafel Marín Mollinedo, y en Oaxaca seguramente con quien abandere al partido guinda. De seguir esa tendencia, en 2024 el PAN podría perder la gubernatura en Yucatán frente al partido de Obrador quien busca a toda costa conformar un corredor de leales a su causa para que no den al traste no sólo con la consolidación sin con la permanencia de sus mega proyectos como el Corredor del Istmo y el Tren Maya.
EN EL CASO particular de Quintana Roo, el mandatario de los mexicanos ha puesto especial atención, tanto es así que al menos una docena de ocasiones ha visitado prácticamente sus once municipios, además de ser uno de los principales estados de la República que en el sector turístico ha inyectado fuertes cantidades de dinero a través de los programas sociales del Bienestar, particularmente en Jóvenes Construyendo el Futuro.
ESTE fin de semana así fue confirmado por el mismo López Obrador en el Parque Ecológico de la Alcaldía de Xochimilco, en donde estuvo acompañado de la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, y por la secretaria del Trabajo, Luisa María Alcalde, evento en el que con cifras en mano, se dio a conocer que Quintana Roo, además de Nayarit, Jalisco y Baja California, recibieron un fuerte impulso para salir del bache en que la pandemia dejó los centros turísticos de esas entidades, y de manera particular a Cancún, bastión de atracción de turistas no sólo nacionales sino de todo el mundo, gobernado por Morena.
ESA no es la única acción que ha implementado el gobierno de la Cuarta Transformación en tierra quintanarroense; también se ha encargado de limpiar la imagen de inseguridad, al asegurar que en esta entidad peninsular no hay presencia de los cárteles de las drogas y que sumado a la inversión millonaria en el programa de Jóvenes Construyendo el Futuro, “estamos dejando sin base a las asociaciones delictivas, además de que los estamos alejando de las drogas”, dijo Obrador en el citado evento realizado en la capital del país.
PARA no desentonar con la estrategia obradorista, el mismo gobernador Carlos Joaquín, con quien el presidente ha referido tener una excelente colaboración, informó que al inicio de la pandemia repartió becas en apoyo a jóvenes de la entidad ante la precipitada pérdida del empleo por la emergencia sanitaria, para integrarlos a las labores de la llamada Guardia Auxiliar Ciudadana que coadyuva con la Policía Estatal en diversas tareas de vigilancia en el estado.
LAS BECAS con carácter de permanentes, dijo el mandatario quintanarroense, fueron autorizadas por la Secretaría de Finanzas y Planeación para la prevención del desorden, violencia y delincuencia en el estado, ejecutando acciones de proximidad social y atención ciudadana, bajo el marco de la nueva normalidad. A los 140 elementos que integran esta corporación se les puede ver prestando servicios de auxilio en los puestos de vacunación, las terminales marítimas y de transporte terrestre, en las entregas del programa Hambre Cero y de la Coordinación de Protección Contra Riesgos Sanitarios.
A QUIENES no les ha de gustar nadita esta coordinación entre federación y estado, es al sector conservador (incluidos los conservadores de Morena), que esperarían un enfrentamiento entre mandatarios por ser de partidos de distinto color e ideología política contrapuesta, pero son los habitantes los que ganan en medio de este pluralismo que ha dejado de lado los intereses facciosos para privilegiar el bienestar social.
