Vuelve Mascarita a la carga en Matando Cabos 2

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Matando Cabos
  • Joaquín Cosío y Silverio Palacios vuelven a la trama de ‘Matando Cabos’ en su secuela, que mostrará historias más personales de sus papeles.
PAULA RUIZ / AGENCIA REFORMA

MONTERREY, NL.- Si la primera entrega cautivó al público, fue un éxito de taquilla y lanzó al estrellato a Joaquín Cosío y Silverio Palacios, Matando Cabos 2 (La Máscara del Máscara) es osada, arriesgada y será vista a partir de mañana en 240 países a través de Amazon Prime Video.

El famoso Rubén “Mascarita” (Cosío) y su fiel guardaespaldas Tony “El Caníbal” (Palacios), vuelven al cuadrilátero cinematográfico para luchar una batalla propia, pero en el camino estrecharrán su amistad y complicidad.

“Desde que salió la primera, vimos que había conectado tan bien con la gente que desde ese día dijimos: ‘Hay que hacer la segunda parte’. Y nos tardamos 17 años en encontrar una historia con la misma esencia, con osadía, que no le pidiera permiso a nada y se arriesgara”, señaló el director Alejandro Lozano.

Esta entrega, añadió, tiene sus propias reglas. De entrada, es una sátira al género del cine de luchadores, tan en bogA en los 50, 60 y 70, que combina el humor negro y la acción con múltiples efectos especiales a la usanza del cine de los 90.

La trama de la cinta producida por Fernando y Billy Rovzar se enfoca en la búsqueda del fiel “Caníbal” y “Mascarita” por recuperar la máscara de su padre, quien fue asesinado durante el ataque de un grupo conformado por una francotiradora llamada Erwen y secuaces como “El Organillero” y “El Vato con Botas”.

“Parte de la evolución es que la película tiene efectos, acción y peleas que están a nivel mundial”, aseguró Billy Rovzar.
En la nueva entrega, Tony “El Caníbal” no sólo será la sombra del protagonista (“Mascarita”), además tendrá su propia historia, mostrando su lado humano.

“Matando Cabos nos lanzó al estrellato (a mí y a Joaquín) y ahora nos relanza para reivindicar que todavía servimos para esto (actuar). La película hace honor a la modernidad y otra vez va a ser parteaguas en nuestra cinematografía”, indicó Palacios.

Para Rocío Verdejo, quien vuelve a encarnar Lula, una mujer ruda y sin escrúpulos, fue un deleite reencontrarse con sus ex compañeros.

Ahora Lula es cómplice, junto con Nico (Gustavo Sánchez Parra), de quienes quieren eliminar a Mascarita y “El Canibal” en su búsqueda.

“Este es un proyecto que nos lanzó a todos, de verdad. En la primera película nadie de producción, dirección, guión y fotografía había hecho cine, no teníamos idea de lo que estábamos haciendo”.

Billy Rovzar, productor

“Me deja mucho goce ser Lula, aunque llegué a la conclusión de que la pobre es una villana ‘wanna be’, que quiere poder y ser líder. Cuando tuvimos chance los actores de ver la película, dije: ‘¡Qué cabrona es! Sin embargo, no cae mal, me hace pensar que todos podemos cambiar”, dijo Verdejo.

Si el público conoció en el pasado a un Nico seco y osco, ahora lo descubrirán como un hombre nuevo, enamorado.

“Nico dio un giro completo, se volvió un personaje entrañable, inocente, de buen corazón, con un ánimo desbordado y todo provocado por Lula”, agregó Sánchez Parra.

Un nuevo personaje se sumó a la trama. Eli es interpretada por Aranda Sökol, una adolescente temeraria y experta en artes marciales cuyo origen se descubrirá en medio de escenas llenas de adrenalina.

“Hace 17 años, cuando se estrenó Matando Cabos, yo todavía ni siquiera nacía, cuando filmé la película tenía 12”, comentó Sökol, quien es sobrina de la cantante Sasha Sökol.