Dune: Delicia para los amantes de la ciencia ficción

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Dune

  • Los sueños de arena de “Dune” anteriormente trascendieron el papel y llegaron a la pantalla, pero la última ya conquistó a la crítica, resta esperar por la audiencia.

MARIO ABNER / AGENCIA REFORMA

CIUDAD DE MÉXICO.- Vasto como el desierto de Arrakis, el universo creado por Frank Herbert en su novela “Dune” rebosa de ideas filosóficas, religiosas, políticas, ecológicas, y una profunda crítica al liderazgo de los supuestos mesías.

Los sueños de arena de “Dune” anteriormente trascendieron el papel y llegaron a la pantalla, pero con la nueva película de Dennis Villeneuve, que ya conquistó a la crítica, resta esperar a que la audiencia responda.

Si los números son buenos, hay todavía mucha historia por contar.

Una mente brillante

Admirador de H.G. Wells y Edgar Rice Burroughs, Frank Herbert (1920-1986), fue fotógrafo del Ejército de EU en la Segunda Guerra Mundial. Tras ello, se dedicó al periodismo y a la literatura.

Escribió “Dune” en seis años y la publicó, dividida (1963 y 1965), en revistas. Diversas editoriales le cerraron las puertas, hasta que, en 1965, Chilton, sello conocido por sus manuales de reparación de autos, apostó por ella. El multipremiado libro ha vendido más de 20 millones de copias.

Entre sus creaciones fuera de “Dune” más renombradas se encuentran las novelas de ciencia ficción “The White Plague” y “The Dosadi Experiment”.

Hay historia para rato

Una treintena de libros conforman la saga literaria de “Dune”. Antes de morir, Frank Herbert publicó seis, los principales. La película de Denis Villeneuve adapta la primera parte del tomo inicial.

-Dune (1965)
-El Mesías de Dune (1969)
-Hijos de Dune (1976)
-Dios Emperador de Dune (1981)
-Herejes de Dune (1984)
-Casa Capitular Dune (1985)

Desastre en México

Ernesto Laguardia, Humberto Elizondo y Angélica Aragón fueron algunos de los actores mexicanos que se pusieron a las órdenes de David Lynch para el rodaje de la primera adaptación, Dune, que fue estrenada en 1984.

Tras el éxito de El Hombre Elefante, el cineasta fue contratado por Dino de Laurentiis para hacerse cargo de la esperada adaptación, que estelarizaron el entonces desconocido Kyle MacLachlan y el cantante Sting.

Con un presupuesto de unos 40 millones de dólares, el mastodóntico rodaje tuvo lugar en el País: en los médanos de Samayaluca, en Chihuahua, y en los Estudios Churubusco, en CDMX.

Pero según una crónica de la época del New York Times, la producción fue catastrófica.

En Churubusco, por ejemplo, la instalación eléctrica falló y los productores no podían ni siquiera sacar copias o hablar por teléfono.
Raffaella de Laurentiis, encargada in situ, aseguró que el 15 por ciento del crew se enfermó del estómago por la comida proporcionada en el lugar.

Lynch, quien en un inició intentó dividir la historia en dos películas, tuvo la bendición del propio Frank Herbert, quien quedó encantado… al menos con lo que le mostraron.

A pesar de la buena fe del creador original, el filme se estrelló en la taquilla (recaudó sólo 30 millones de dólares) y con la crítica (“Es un desastre, incomprensible, fea y sin estructura”, escribió Roger Ebert).

Los De Laurentiis tenían planes de continuar la franquicia, pero abortaron. Más tarde, Lynch diría que no tuvo control total del filme y desconocería su autoría.

Delirio trunco

Lo que Alejandro Jodorowsky (El Topo) pretendía hacer con su adaptación de “Dune” en los 70 era más que cine.
Según él mismo relata en el documental Jodorowsky’s Dune (2013), quería abrir las conciencias como una suerte de droga audiovisual.

Había conjuntado a un “dream team” creativo: los artistas gráficos Moebius, HR Giger y Chris Foss, la banda Pink Floyd para la música y un elenco que, según él, incluiría al rockero Mick Jagger y al pintor Salvador Dalí, a quien le pagaría 100 mil dólares por hora.

El papel de Paul Atreides, Jodorowsky lo reservó para su hijo, Brontis, entonces adolescente y quien durante dos años entrenó artes marciales.

El realizador pensaba que se requerirían entre 10 y 12 horas de filme para su visión, que arrancaría con un alucinante plano secuencia, que resultaría mucho más genial que el de Touch of Evil, de Orson Welles, atravesando toda la galaxia.

Pero Jodorowsky fracasó estrepitosamente en su delirio. El dinero se le acabó en la preproducción y no hubo estudio hollywoodense que decidiera respaldarlo.

La película se quedó en un libro lleno de diseños y story boards que pocos han visto; Jodorowsky desea convertirlo, al menos, en un filme animado.

Arrakis televisivo

Dos series de televisión inspiradas en las novelas de “Dune” se han realizado: Dune (2000), que adapta el primer libro, y Children of Dune (2003), inspirada en “El Mesías de Dune” e “Hijos de Dune”.

Influencia insoslayable
Los escenarios o temas de Dune han sido inspiración de diversas obras de la cultura pop, desde Star Wars, pasando por Star Trek, hasta Game of Thrones. Los actores Oscar Isaac y Jason Momoa, quienes aparecieron en Star Wars y Game of Thrones, respectivamente, afirmaron que pertenecer a la nueva adaptación suponía para ellos subir de nivel.

Existe un Dune real

Una llanura de arena en Titan, la luna del planeta Saturno, fue bautizada como Arrakis Planitia en honor al mítico mundo de la novela. También existe un valle llamado Caladan, hogar de la Casa Atreides.

Proyecto en marcha

Dune: The Sisterhood es el título de la serie para HBO Max que se desarrolla en la actualidad. Denis Villeneuve dirigirá el piloto de la producción, cuyo foco estará en la orden de las Bene Gesserit.

Así lo dijeron

“Tengo cero interés en la nueva película. Fue doloroso para mí. Mi película fue un fallo y no hice el corte final. No fue la película que quería hacer. Ciertas partes me gustan mucho, pero para mí fue una total falla”.
David Lynch a The Hollywood Reporter

“La forma (de la nueva cinta) es idéntica a lo que se hace en todas partes. La iluminación, la actuación, todo es predecible. El cine industrial es incompatible con el cine de autor. El dinero va antes”.
Alejandro Jodorowsky a Premiere

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