Forman afganas resistencia oculta

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Forman afganas resistencia oculta
  • Al principio sólo eran unas 15 mujeres las que participaban en este naciente movimiento de resistencia civil, sobre todo chicas jóvenes.
STAFF / LUCES DEL SIGLO

KABUL, AFGANISTÁN.- Con paso rápido y cabeza baja para no llamar la atención, mujeres entran con cuidado una tras otra a un pequeño departamento en esta ciudad. Aunque ponen en riesgo sus vidas, desde ahí erigen una incipiente resistencia a los talibanes.

El grupo prepara conjuntamente su próxima acción contra el movimiento fundamentalista que hizo saltar por los aires sus sueños y conquistas al volver al poder en Afganistán el 15 de agosto de 2021, tras dos décadas de insurrección.

Al principio sólo eran unas 15 mujeres las que participaban en este naciente movimiento de resistencia civil, sobre todo chicas jóvenes, publicó la agencia AFP.

Pero con su primera acción en septiembre, la red se amplió a decenas: exalumnas, profesoras, trabajadoras humanitarias o amas de casa, quienes ahora actúan en secreto por sus derechos.

“Me dije: ¿por qué no unirme a ellas antes que quedarme en casa, deprimida, dando vueltas a todo lo que hemos perdido?”, señaló una de ellas, de 20 años.

Son perfectamente conscientes del peligro: varias compañeras ya han desaparecido.

Sin embargo, están decididas a seguir el combate contra los talibanes que durante su primer régimen aplastaron las libertades fundamentales de mujeres, y pese a las promesas de cambio en su regreso, no han tardado en vulnerarlos otra vez.

Antes de aceptar nuevas integrantes, Hoda Kmosh, una poetisa de 26 años y extrabajadora de una ONG que ayudaba a reforzar la autonomía de la mujer, se asegura que la interesada sea de confianza y que esté comprometida con la resistencia.

Una vez convocaron a una postulante a una manifestación falsa. Los talibanes llegaron al lugar y ellas cortaron la relación con esa mujer sospechosa de haber pasado la información a los nuevos dirigentes.

El núcleo duro de las activistas utiliza un número de teléfono dedicado solamente a la coordinación antes de cada acción. Este número es después desconectado para que no sea rastreado.

El día de la protesta envían un mensaje pocas horas antes del encuentro. Las mujeres llegan por grupos y se sitúan junto a comercios, haciéndose pasar por clientes.

Luego, se juntan precipitadamente, despliegan sus pancartas y empiezan a entonar sus consignas: “¡Igualdad! ¡Igualdad! Basta de restricciones”, contó la AFP.

Irremediablemente se ven rápidamente rodeadas por combatientes talibanes que las dispersan, les gritan o les apuntan con sus armas.

“Cuando la manifestación ha terminado, nos cambiamos para no ser reconocidas”, explica Hoda.

Pero su misión es cada vez más peligrosa. Dos de las manifestantes, Tamana Zaryabi Paryani y Parwana Ibrahimkhel, fueron detenidas en una serie de registros realizados en la noche del 19 de enero, según las activistas, y no han aparecido.

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