Fuego latino

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  • Residente hizo corear a la gente su nuevo grito de batalla, “Esto lo hago pa’ divertirme”, y ese fue el motor del público en la segunda jornada del festival, para pasarla como nunca.

MAURICIO ANGEL / AGENCIA REFORMA

CIUDAD DE MÉXICO.- Silbidos anunciaron la salida ayer de Residente al escenario Indio, principal del Vive Latino.

La gente estaba ansiosa por escuchar las palabras afiladas como machete del puertorriqueño y verlo despotricar contra los vicios que ve en el reguetón y la industria musical.

“¿Tiramos?”, preguntó el rapero a la audiencia en el Foro Sol, al iniciar sus rimas que aluden al colombiano J Balvin.

La respuesta fueron gritos de emoción, pero estos se replicaron incluso con más emoción en las canciones más contestatarias del ex Calle 13, que mencionan el cansancio por malos gobiernos, asesinatos de periodistas y las injusticias que azotan al mundo.

“A pesar de lo que hacen los pendejos que nos gobiernan, me siento orgulloso, porque somos fuertes, resistimos, eso no todo el mundo lo tiene”, dijo antes de arrancar con “Latinoamérica”.

También hizo corear a la gente su nuevo grito de batalla, “Esto lo hago pa’ divertirme”, y ese fue el motor del público en la segunda jornada del festival, para pasarla como nunca.

El cantante mandó mensajes frontales con su nuevo sencillo “This Is Not America”, que cuestiona la apropiación de la palabra como gentilicio de los estadounidenses.

Pero el boricua también irónico al cantar “Atrévete-te-te”, tema de su etapa con Calle 13, banda con la que hace 15 años fue abucheado en el mismo encuentro, cuyos asistentes, entonces, no soportaba el reguetón.

¿La respuesta? La gente brincaba, bailaba y perreaba.

En la segunda jornada del Vive, hubo 80 mil almas, de acuerdo a los organizadores, listas para festejar sin fin, y eso se notó también con una banda consentida, Los Fabulosos Cadillacs.

Los argentinos hicieron sonar los tambores y las trompetas desde las 22:00 horas en canciones como “Calaveras y Diablitos” y “Demasiada Presión”.

Vicentico, el líder, cantaba y la gente hacía vibrar el piso de tanto saltar animada.

No en balde invocaban “Carnaval Toda la Vida”, que precedía a himnos latinoamericanos como “Vasos Vacíos”, “Matador” y “Yo no me Sentaría en tu Mesa”.

El inicio de su show corrió casi como agua, pues no dieron palabras, sólo querían ver a la gente corear.

En el escenario principal, hubo de todo, incluso ternura, pues las parejas aprovecharon el show de Siddhartha para besarse mientras él, en su cuarto Vive, cantaba “Bacalar” y”Náufrago” con su guitarra.

“Dos años de silencio y estamos de vuelta, así que el ánimo de esta tarde es dejar el cuerpo y alma en libertad. Qué fortuna volver a sentirnos y bailar”, animó por la tarde.

Los cubrebocas prácticamente nadie los llevaba acerca de los escenarios, lo que permitía a los artistas ver las caras sonrientes de la gente.

Los asistentes deambulaban con cerveza en mano y fue usual que los vendedores se quedaran sin alcohol, el mejor aliado para aguantar la maratónica jornada, aunque algunos combinaron con marihuana.

“Esto lo hago pa’ divertirme”, fue la filosofía.

PÚBLICO DE ÓSCAR

El diseñador de producción mexicano Eugenio Caballero, ganador del Óscar (El Laberinto del Fauno), no se perdió el regreso del festival tras un año de ausencia.

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