Feminismos en corto y sin tanto rollo

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FEMINISMOS EN CORTO Y SIN TANTO ROLLO 24 marzo

Una alerta latente, la de género

Por Haidé Serrano

Una alerta es un aviso, una señal de peligro. También se le llama así al momento que precede el desastre, la desgracia. Conocemos bien quienes vivimos en el Caribe las alertas previas al huracán. Otros las sísmicas. Algunos más las volcánicas. Son alertas que vienen y van.

Pero hay otras que permanecen encendidas. Alertas que nos obligan a permanecer en tensión, en actitud vigilante, ante la amenaza. En este caso, el riesgo latente de la violencia hacia las mujeres, niñas y adolescentes.

Para ello, se creó la Alerta de Género. Este es un mecanismo que le señala a los gobiernos que deben cumplir con una obligación fundamental: el respeto a los derechos humanos de niñas, adolescentes y mujeres.

Se trata de una serie de obligaciones en las que están involucrados los tres poderes de la República. La Alerta de Género reúne las acciones que deben emprender los gobiernos municipales, estatales, el Poder Judicial, el Legislativo, el Ejecutivo. Es decir, todos los organismos están llamados a rendir cuentas en el cumplimiento de la Ley General De Acceso De Las Mujeres A Una Vida Libre De Violencia.

En Quintana Roo, la Alerta de Género fue declarada en 2017 en los municipios de Benito Juárez (Cancún), Solidaridad (Playa del Carmen) y Cozumel. Se encuentran vigentes dos solicitudes para incorporar a Tulum, Felipe Carrillo Puerto y Othón P. Blanco.

Este mecanismo exige un compromiso monumental por parte de quienes encabezan los gobiernos y organismos públicos. También recursos que usualmente no se tienen considerados.

Cuando el gobernador Carlos Joaquín asumió la titularidad del Gobierno del Estado se encontró con la declaratoria de la Alerta y ninguna acción encaminada a atenderla. En un Quintana Roo con numerosos casos de violencia hacia las mujeres ignorados. Desatendidos en las instancias de los gobiernos municipales y estatales. Desestimados en las Fiscalías. Mujeres violentadas nuevamente en los ministerios públicos. Víctimas sin acompañamiento y mucho menos con justicia.

El número de acciones que exige la Alerta de Género para desactivar el mecanismo enorme. Hace falta más de un sexenio para transformar tan de raíz una cultura de violencia profunda y arraigada. No obstante, lo que se ha avanzado con la voluntad de Carlos Joaquín es mucho. Se han puesto palomita a numerosas acciones que comentaré en adelante en este espacio.

Entre lo más relevante se encuentra la transformación de la Fiscalía General del Estado, encabezada por Óscar Montes de Oca. En su gestión, se crearon las Fiscalías Especializadas en Atención a Delitos contra las Mujeres y por Razones de Género, en Atención a Delitos Sexuales y Libre Desarrollo de las Personas, en Atención al Delito de Desaparición de Personas, en Atención al Delito de Feminicidio y en Atención al Delito de Trata de Personas. Las que, por cierto, están encabezadas por mujeres profesionales con un conocimiento y experiencia destacables.

Asimismo, el fortalecimiento de la Fiscalía de Atención a Delitos contra las Mujeres por Razón de Género con un equipo tecnológico especializado sobre material genético. También la Creación de la Unidad de Análisis y Contexto de violencia feminicida.

Pero la realidad ha superado lo planteado en esta herramienta. Se debe prevenir, erradicar y sancionar. Es decir, todas las dependencias de la administración pública están obligadas a cumplir lo que marca la Ley General De Acceso De Las Mujeres A Una Vida Libre De Violencia.

La Alerta de Género también es un mecanismo polémico. Muchas académicas y estudiosas han señalado la imposibilidad del mecanismo de cumplir sus objetivos de erradicar, prevenir y sancionar la violencia hacia las mujeres. Sin embargo, es lo que hay. Es el único instrumento que al menos hoy por hoy exige a los gobiernos acabar con esta pandemia de dolor.

La transformación del Estado que demanda la Ley es tan profunda como inmensa. Desde la incorporación de la perspectiva de género en todas las instancias, hasta el cambio de leyes que hagan cumplir el mandato de la Constitución, de igualdad de las mujeres y los hombres.

Es verdad que se queda corto. La sociedad es cambiante, las personas evolucionan y se transforman a una velocidad que muchas veces supera los marcos jurídicos.

Es una tarea en estado de alerta, permanente. Que de ninguna manera se dará por terminada mientras una mujer, una niña o una adolescente sufra alguna agresión sólo por el hecho de haber nacido o ser identificada como mujer.

Y en esta labor estamos involucradas todas las personas sin excepción. El estado de esta alerta nos envuelve a todas y su sonido se escucha en todos los hogares, oficinas, empresas, dependencias de gobierno, en todas las calles y rincones de nuestro país. Escuchemos ese lamento de miles de mujeres que sufren violencia, esa es la Alerta de Género que nos debiera mantener a todas y todos ocupados.

@HaideSerrano es conductora del programa de radio Feminismos en Corto sin Tanto Rollo. Está dedicada a la comunicación sobre feminismo, perspectiva de género, desigualdad y violencia. Ha trabajado en diversos medios de comunicación, entre los que destacan Reforma y Excélsior. Ahora columnista de Luces del Siglo. Es licenciada en Comunicación por la UNAM, maestrante en Administración Pública, y Género Derecho y Proceso Penal.