NIDO DE VÍBORAS

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Rumbo a elección: dichos y promesas
Por KUKULKÁN

A ESTAS alturas y temperaturas de la competencia por la gubernatura la campaña política de las candidatas y los candidatos se ha perfilado en una lucha que se veía venir entre oriundos y avecindados (nativos y fuereños) disputándose por primera vez en 47 años de la fundación del estado libre y soberano de Quintana Roo el poder político estatal con amplias posibilidades de que sea Mara Lezama Espinosa la próxima gobernadora, una mujer nacida en la Ciudad de México, pero que llegó a vivir a Cancún hace más de 30 años en los que se dedicó a la comunicación y el programa que la llevó al estrellato de la política gestionaba denuncias ciudadanas tanto por falta de servicios públicos como por injusticias o violaciones a derechos humanos.

RECIÉN incorporada en la política, en 2018 Mara Lezama obtuvo casi 200 mil votos para conquistar la presidencia municipal de Benito Juárez y esos resultados fueron por todo ese apoyo ciudadano que de esa manera le correspondió al trabajo social realizado por la comunicadora y hoy candidata de la alianza ‘Juntos Haremos Historia’, a quien sin duda le vino a sumar y le seguirá sumando la alta aceptación del presidente Andrés Manuel López Obrador en el electorado quintanarroense (superior al 90 por ciento según las últimas encuestas y los recientes resultados de la Revocación de Mandato).

CON BASE en los resultados históricos de las ocho elecciones de gobernador, quien ocupe la silla principal del Palacio de Chetumal debe sumar a su cuenta al menos 300 mil votos el próximo domingo 5 de junio y eso sólo lo pueden lograr la popularidad del presidente de la república (más de 270 mil quintanarroenses lo ratificaron en el cargo en el primer ejercicio de consulta pública), la marca Morena y su candidata Mara Lezama; eso les preocupa y ocupa a la vieja clase política local que durante 47 años controló el poder político y económico, desatando odios entre familias adineradas de Chetumal y Cozumel cuya desmedida ambición por el saqueo del patrimonio público los terminó dividiendo, enfrentando y autodestruyendo.

EN MEDIO de sus ruinas la vieja clase política estatal (o lo que sigue vigente de ella) se ha reagrupado de manera dividida y sin posibilidades reales de ganar, se han reagrupado en las otras tres candidaturas, la de Laura Fernández Piña (PAN, PRD y Confianza), quien representa los intereses del gobernador Félix González Canto; Leslie Hendricks Rubio (PRI), que representa otro grupo cuya figura principal es su padre el ex gobernador Joaquín Hendricks Díaz; y José Luis Pech (MC), quien trabajó en el gabinete estatal para diferentes gobernadores, del ala más radical de la defensa del nativismo a ultranza.

EL ARGUMENTO del doctor Pech, como le gusta que le digan (aunque en algunas ocasiones las maestrías y los doctorados sólo sirven para hacer pendejadas más calificadas), ha sido que los políticos fuereños sólo vienen a robar para después irse, es otra de sus calumnias porque la historia da cuenta de que quienes saquearon al gobierno no han sido los de afuera sino los de adentro, gobernadores como Félix González y Roberto Borge quienes juntos le metieron en sólo once años 20 mil millones pesos de deuda pública que dejaron hipotecados los recursos públicos por más de 30 años. 

LA CANDIDATA del PRI no tiene ese problema, ella es nacida en Chetumal y en su trayectoria política la joven Leslie no registra negativos que le impidan escalar al segundo lugar de las encuestas para ser la finalista de la contienda. Y aunque Laura Fernández es originaria de Torreón, Coahuila, su candidatura ha sido adoptada por el ex gobernador Félix González, su mentor, por lo fiel y lo servicial que ella le ha sido para cuidar los intereses de este grupo que busca a toda costa regresar al poder para seguir manteniendo sus privilegios. 

@Nido_DeViboras