Indigna la barbarie contra sacerdotes

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Indigna la barbarie contra sacerdotes
  • Asesinan a dos sacerdotes jesuitas en la Sierra Tarahumara, autor material se llevó los cuerpos de la parroquia de San Francisco Javier.
STAFF / AGENCIA REFORMA

CHIHUAHUA, CHIH.- Los sacerdotes jesuitas, Javier Campos de 78 años y Joaquín Mora de 80, asentados por décadas en la Sierra Tarahumara, fueron asesinados en su parroquia del pueblo de Cerocahui, por un grupo criminal que también ejecutó a un guía de turistas.

El grupo plagió además a cuatro personas, entre ellas un menor de edad, y se llevó los cuerpos de los asesinados.

Los hechos, ocurridos el lunes a las 13:00 horas desataron una gran indignación no sólo entre comunidades religiosas sino en el ámbito político y académico.

“La Sierra Tarahumara, como muchas otras regiones del país, enfrenta condiciones de violencia y olvido que no han sido revertidas. Todos los días hombres y mujeres son privados arbitrariamente de la vida, como hoy fueron asesinados nuestros hermanos”, expresó en un comunicado la Compañía de Jesús.

“Los jesuitas de México no callaremos ante la realidad que lacera a toda la sociedad”, añadió.

“En medio de tanta muerte y crimen que se vive en el país, condenamos públicamente esta tragedia… la situación de violencia en el país es preocupante. Suplicamos y oramos por el fin de la violencia en México”, indicaron en un comunicado el arzobispo Rogelio Cabrera y el obispo Ramón Castro, presidente y secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano.

El sacerdote jesuita Javier Ávila, sacerdote de la Diócesis de la Tarahumara, reveló ayer que se enteró el lunes de los homicidios, pero guardó silencio porque había amenazas contra la comunidad, por ello la noticia se esparció hasta el martes en la madrugada.

“Ya no puedo callar y necesito compartirles mi dolor… lo tuve que callar porque había amenazas sobre la comunidad si acaso hablaban”, lamentó Ávila.

El grupo criminal, identificado con Los Salazar vinculado al Cártel de Sinaloa, había plagiado en el Hotel Misión a Pedro Heliodoro Palma, un guía de turistas de la comunidad, y lo llevó a la parroquia San Francisco Javier para que se “despidiera”, pero al parecer intentó escapar y fue asesinado a balazos.

“Uno de los sacerdotes se acercó inmediatamente a prestarle auxilios espirituales, y al momento que le estaba prestando los servicios espirituales, esta persona le disparó y lo victimó. Otro de los sacerdotes quiso auxiliarlo y fue también atacado a balazos”, relató Ávila.

Tras matar a los tres, el presunto agresor, identificado como José Noriel Portillo, alias el “Chueco”, se llevó los cuerpos y hasta ahora permanecen como desaparecidos. Además, sus cómplices secuestraron en su casa a dos hombres, una mujer y un menor de edad.

La Fiscalía General de Chihuahua no ha detallado la relación entre el plagio de las cuatro personas y el triple asesinato en la iglesia. 

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