Asumirá Ejército control de tramo 5

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Asumirá Ejército control de tramo 5
  • El Tramo 5 Sur estaba a cargo de Fonatur, que adjudicó la obra al consorcio Grupo México y Acciona Infraestructuras por 17 mil 815 millones.
BENITO JIMÉNEZ / AGENCIA REFORMA

CIUDAD DE MÉXICO.- El Gobierno federal dará a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) el Tramo 5 Sur del Tren Maya —que va de Tulum a Playa del Carmen—, donde la obra está detenida por una suspensión definitiva derivada de la inexistencia de estudios ambientales.

Con ello, el Ejército asumirá el control de toda la obra del Tramo 5 de Tulum a Cancún, de unos 120 kilómetros.

“Van a subcontratar a empresas constructoras, pero la Defensa Nacional será quien asuma la responsabilidad de todo el tramo”, dijeron fuentes federales.

La decisión, adelantaron, tiene como objetivo emplear a “la seguridad nacional” para destrabar cualquier impedimento judicial, como sucedió con el Aeropuerto de Tulum.

El Tramo 5 Sur estaba a cargo de Fonatur, que adjudicó la obra al consorcio Grupo México y Acciona Infraestructuras por 17 mil 815 millones.

Sin embargo, ese consorcio cotizó por un trazo distinto: la construcción de la vía por la carretera de Tulum a Playa del Carmen, y no por la selva, por donde brotaron los amparos.

“Se está viendo ya una terminación anticipada del contrato (con el consorcio)”, afirmó la fuente.

El trazo del Tramo 5 Norte pasará a espaldas de los terrenos de los hoteles de lujo, lo que significaría que no correría en paralelo o por encima de la carretera 307, entre Cancún y Playa del Carmen.

Sin embargo, ese tramo tiene una longitud de 67.6 kilómetros, y aún enfrenta un dilema por la suspensión definitiva que otorgó un juez a espeleólogos y buzos, que tiene detenida la obra desde finales de mayo.

Una MIA del Tramo 5 Sur del Tren Maya, efectuada “al vapor” por la Semarnat, reconoce que se verán afectadas 485 hectáreas de selva mediana subperennifolia y vegetación secundaria por obras que incluyen derecho de vía, estaciones, caminos de acceso y otros. Y clasifica dicho impacto como “crítico”.

Prevé también como impactos “adversos severos” la fragmentación de hábitat por cambio de uso del suelo y la instalación de infraestructura, la afectación de especies de flora y fauna en alguna categoría de riesgo de la NOM-059-SEMARNAT-2010, la alteración de la calidad escénica del paisaje y la modificación de sitios naturales o monumentos.

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