- Las bancas de Paseo de la Reforma, en proceso de restauración, reflejan el comportamiento de los capitalinos.
IVÁN SOSA / AGENCIA REFORMA
CIUDAD DE MÉXICO.- Las bancas de Paseo de la Reforma, en proceso de restauración, reflejan el comportamiento de los capitalinos.
“Encontramos la huella de bebidas derramadas, colillas apagadas, chicles pegados y muchos grafitis que tenemos que limpiar”, comentó el restaurador Luis Enrique Rodríguez.
En torno al Ángel de la Independencia, tramos de las bancas dejaron de ser sitio de reposo para caminantes y turistas, en tanto expertos les dan mantenimiento.
“Todos son especialistas en restauración, trabajamos en el Ángel para terminar antes del 15 de septiembre y continuar con las demás bancas hasta diciembre”, comentó Luis Ernesto Bustamante, de la empresa Rycolsa.
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El proceso de hundimiento de la Ciudad también está reflejado en las bancas cercanas a la columna, en el trayecto hacia la Glorieta del Ahuehuete.
Artesanos, los encargados de elaborar las piezas
“Algunas piezas ya están fracturadas y serán fabricadas para reponerlas”, mencionó Bustamante.
Artesanos dedicados a reducir grandes bloques de cantera se ocupan de construir con cincel porciones dañadas de las bancas, en piezas trasladadas de los talleres a Paseo de la Reforma.
Por el hundimiento, algunas bancas se han desnivelado y muestran una curva sobre el suelo.
“Renivelarlas es otro trabajo, que por ahora no hacemos, porque tiene que ver con la cimentación desde abajo de la banca”, explicó la restauradora Margarita Murillo.
Entre la Alameda Central y el Bosque de Chapultepec hay 84 espacios para sentarse, de los cuales 40 son bancas con copones de cantera, en forma de ornato encima de la estructura, explicó Luis Ernesto Bustamante.
Los restauradores de Rycolsa se ocupan de rehabilitar las 40 bancas situadas entre Avenida Insurgentes y la Puerta de los Leones de Chapultepec, incluidas las bancas en torno a las glorietas del Ahuehuete, el Ángel y la Diana Cazadora.
El paso de los autobuses de doble piso de la Línea 7 del Metrobús también repercute.
“Con las vibraciones de todos los vehículos las uniones de las piezas se van separando y es parte de lo que tenemos que hacer, cubrirlas con pastas especiales”, mostró Luis Enrique Rodríguez.
Las bancas son de cantera gris en la mayor parte de la estructura, con piedra de recinto en la base y purpito sobre los asientos.
Con el paso del tiempo y por la humedad se forma moho, que debe ser retirado para detener el proceso de deterioro.
“Después le ponemos un hidrofugante, una capa para que el agua no permee y también para reducir el daño del grafiti”, indicó Rodríguez.
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