Calles no dan ‘color’: pierden pintura vial en NL

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Calles no dan 'color': pierden pintura vial en NL
  • Calles y avenidas metropolitanas no dan color… y desatan el riesgo de accidentes.
JUAN CARLOS RODRÍGUEZ / AGENCIA REFORMA

MONTERREY, NL.- Calles y avenidas metropolitanas no dan color… y desatan el riesgo de accidentes.

La falta de pintura para señalizar los carriles, zonas peatonales, cruceros, y hasta el paso del ferrocarril son la constante en las vialidades regias.

Algunos puntos no cuentan con ningún tipo de señalamiento por el desgaste o por trabajos de repavimentación inconclusos.

Tramos de vialidades como Carlos Salinas de Gortari, en Apodaca; Miguel Alemán, en Guadalupe; Manuel Ordóñez, en Santa Catarina; Raúl Salinas, en Escobedo; Díaz Ordaz, en San Pedro; Manuel L. Barragán, en San Nicolás, y Venustiano Carranza, en Monterrey presentan esta problemática, aunque son avenidas principales del área metropolitana.

“No vi el carril, pensé que era mi tramo y choqué de lado, me costó caro, ni me había dado cuenta que no estaba señalizado hasta que choqué”, dijo Marco Vázquez, un conductor que tuvo un percance vial en la Avenida Acueducto y Raúl Salinas.

En el cruce de la Avenida Manuel Ordóñez y Los Arredondo, en Santa Catarina, la falta de mantenimiento tiene a ese punto sin delimitación peatonal.

“Siempre chocan o atropellan en la esquina”, afirmó Olga, una trabajadora del sector.

En la Carlos Salinas de Gortari, a la altura de Avenida Concordia, en Apodaca, la zona peatonal, la ciclovía y los carriles de circulación se “mezclan” por la falta de pintura que delimite esos espacios.

Algo similar ocurre sobre la Avenida Miguel Alemán, en Guadalupe, donde los carriles no están definidos y los conductores se guían por los parches que hay en la vía mal recarpeteada.

Los conductores que circulan por la Manuel L. Barragán, a la altura de Sendero con rumbo al sur, se topan con un cruce de ferrocarril sin la señalización pintada en el pavimento.

Otro cruce ferroviario en iguales circunstancias es el de Venustiano Carranza y Luis Mora, en Monterrey.

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