Deja la narcoguerra ranchos desolados en Nuevo León

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  • Ranchos fantasma resaltan en el horizonte alrededor de la carretera a Colombia, como dramático saldo de la narcoguerra en Nuevo León.
GELMIN OMAR GONZÁLEZ HERNÁNDEZ / AGENCIA REFORMA

MONTERREY, NL.- Ranchos fantasma resaltan en el horizonte alrededor de la carretera a Colombia, como dramático saldo de la narcoguerra que sufre esta zona del norte de Nuevo León.

Una de estas propiedades es El Palmar, localizada en la brecha a El Toro Gabacho, en la comunidad de Los Villarreales, en Salinas Victoria.

Sicarios de una narcocélula del Cártel del Noreste (CDN), que ingresaron desde Tamaulipas, se apoderaron del lugar el pasado 2 de enero y secuestraron a tres hombres y a una mujer que trabajaban ahí.

Tras el plagio, cientos de policías y un helicóptero de Fuerza Civil se movilizaron para enfrentarse con los delincuentes, en un choque de más de tres horas que dejó tres policías muertos, dos pistoleros abatidos y cinco detenidos.

Decenas de marcas de balas en la fachada del rancho dan cuenta de la batalla que se libró entre sicarios y policías, según constató Grupo REFORMA en un recorrido.

En el mismo municipio están los ranchos El Pujido y El Toro Gabacho, que también están en el abandono.

Tras el enfrentamiento en Salinas Victoria, el terror se extendió a Villaldama, a donde llegaron sicarios huyendo y, entre la noche del 2 de enero y madrugada del 3, se apoderaron del rancho La Rumorosa, a 35 kilómetros de El Palmar, para atrincherarse.

Ahí, los criminales sometieron y ataron a un trabajador y a su esposa. Dos días después, el 5 de enero, asesinaron y calcinaron al ganadero Gustavo Levy, de 85 años, y a su chofer, Omar de la Garza, de 73, que llegaron al rancho.

La Rumorosa, al pie de la Sierra de Gomas, está actualmente bajo resguardo de las autoridades. Empresarios advirtieron que evalúan cerrar sus ranchos hasta saberse seguros.