- A lo largo de la II Legislatura la mayoría de los congresistas ha hecho oídos sordos ante el exhorto de puntualidad en las sesiones.
BERNARDO URIBE / AGENCIA REFORMA
CIUDAD DE MÉXICO.- Al final de cada una de las sesiones que se realizan en el Congreso de la Ciudad, el diputado presidente cierra urgiendo la asistencia puntual de los legisladores para la siguiente sesión. Pero, a lo largo de la II Legislatura, la mayoría de los congresistas ha hecho oídos sordos ante este exhorto.
Ya sean sesiones ordinarias, extraordinarias o de la Comisión Permanente, la única regla ha sido la impuntualidad.
El Artículo 7 del Reglamento Interno del Congreso establece como requisito que los legisladores deben asistir puntualmente a las reuniones del Pleno, así como a las de las comisiones o comités de las que forman parte.
La cita es a las 9:00 horas. El registro abre a las 8:30 y la Mesa Directiva debe mantener abierto el recuento de asistencia hasta las 10:00. Para que se lleve a cabo una sesión ordinaria, se requiere la presencia de la mitad más uno de los 66 congresistas, es decir, 34.
Sin embargo, la única ocasión en que se realizó el pase de lista a las 9:00 horas, sólo 27 legisladores estuvieron presentes. Ni siquiera la mitad.
Era el 20 de octubre de 2022 y las labores del día debieron ser suspendidas. La mayoría de los ausentes no se molestaron ni en asistir al recinto de Donceles.
“Yo llego siempre a las 7:00 de la mañana, todos pueden hacer eso: tomar las previsiones. Yo nunca llamo la atención ni regaño, sólo hago recomendaciones basadas en la reglamentación correspondiente”, explicaba Fausto Zamorano, presidente de la Mesa Directiva, poco después.
Pese al rezago legislativo con el que cargan los diputados, la situación volvió a repetirse el 8 de diciembre. La sesión debió suspenderse, pues acudieron 23 legisladores, menos, incluso, que en octubre.
En dicho mes, sólo ocho diputados registraron una asistencia puntual, mientras que siete legisladores sumaron más retardos que pases de lista en la hora correspondiente.
El caso más grave fue el de Daniela Álvarez, de la Asociación Parlamentaria Ciudadana, quien acumuló 4 retrasos y una falta.
De acuerdo con una solicitud de transparencia, en promedio 45 diputados llegaron en tiempo y forma a las sesiones del Primer Periodo Ordinario del Segundo Año.
El resto debió pasar asistencia una vez iniciada la sesión, a través del documento “Incorporación a la Lista de Asistencia”, en el que se les pide sólo la fecha, nombre y su firma.
La diputada Álvarez acumuló 31 retardos entre febrero y octubre de 2022, mientras que Adriana Espinosa de los Monteros, del Grupo Parlamentario de Morena, acumuló 30 retrasos.
A los retrasos, se suman los diputados que pasan lista para posteriormente retirarse. El más reciente ejemplo de esto ocurrió ayer, en la última sesión de la Comisión Permanente. Al momento del pase de asistencia, fueron registrados 15 diputados, pero, minutos más tarde, y ya con los trabajos legislativos instalados, sólo nueve estaban presentes.
Diputados han argumentado que los retrasos y la falta de quórum es una costumbre que se registra desde la Primera Legislatura del Congreso de la Ciudad, la cual se ha mantenido sin cambio hasta el momento, afectando la productividad del legislativo.
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