- Las islas de calor en algunas zonas de la Ciudad son cada vez más intensas, lo que debe ser mitigado con áreas verdes y cuerpos de agua.
IVÁN SOSA / AGENCIA REFORMA
CIUDAD DE MÉXICO.- Las islas de calor en algunas zonas de la Ciudad son cada vez más intensas, lo que debe ser mitigado con áreas verdes y cuerpos de agua, expusieron expertos.
“En las zonas con islas de calor más intensas, la temperatura llega hasta 4.5 grados”, indicó el investigador del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático (ICAyCC) de la UNAM, Miguel Altamirano.
Esto sucede más en municipios conurbados del oriente de la Ciudad, en donde el asfalto desplaza la vegetación al crecer la zona urbana, explicó.
“Al año 2100, en un escenario en donde no se apliquen medidas de mitigación de gases invernadero, se prevé, sólo por calentamiento global, hasta 4 grados centígrados más”, agregó.
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En forma adicional, se sumarán otros 4 grados de las islas de calor generadas por la expansión de la Megalópolis.
“Las áreas más urbanizadas y pobladas experimentarían un calentamiento, al sumar los dos efectos, el global más el local de la isla de calor, llegando al 2100 a un incremento de hasta 8 grados”, subrayó Altamirano.
“Esto implica una necesidad de acciones locales para reducir los efectos de la isla de calor, con recuperar áreas verdes y también los cuerpos de agua”.
En los siguientes días comenzará la temporada de calor en la Ciudad de México, en marzo, abril y mayo, planteó la coordinadora del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), Alejandra Méndez.
“Genera baja humedad y vientos escasos, elementos que provocan una mayor concentración de contaminantes y escasa dispersión sobre el Valle de México”, indicó Mendez.
Con el calor vendrán los episodios de contaminación por ozono, que disminuyó en las dos décadas recientes, subrayó el experto de la Comisión Ambiental de la Megalópolis (Came), Ramiro Barrios.
“Sin embargo, siguen siendo frecuentes estas concentraciones que superan el valor límite normado para la protección de la salud”, precisó Barrios.
Multiplicados también por el calor, los incendios forestales producen micropartículas respiradas durante la temporada, apuntó la investigadora Irma Rosas.
El investigador Víctor Almanza expuso que el calor detonó, el 10 de mayo de 2019, 423 incendios forestales y ocasionaron durante una semana una contingencia extraordinaria de ozono y partículas, en el Valle de México
La pandemia demostró que la contaminación no sólo depende del tráfico vehicular, pues el incremento de las temperaturas y los incendios forestales mantuvieron niveles elevados, concluyó el investigador Iván Hernández.
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