- Banobras dio pagos excesivos y sin autorización a la empresa Mota-Engil México para la construcción de tramos carreteros en Nayarit.
CHARLENE DOMÍNGUEZ / AGENCIA REFORMA
CIUDAD DE MÉXICO.- El Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras) dio pagos excesivos y sin autorización a la empresa Mota-Engil México para la construcción de tramos carreteros en Nayarit.
Lo anterior ocasionó daños a la Hacienda Pública y al patrimonio del Fondo Nacional de Infraestructura por más de 21 millones de pesos, de acuerdo con la Auditoría Superior de la Federación (ASF).
En mayo de 2020, el Fonadin instruyó que el banco destinara recursos a diversas obras, entre ellas, la autopista Jala-Compostela-Las Varas y Ramal a Compostela, en Nayarit, para la que se autorizó un monto de hasta 3 mil 200 millones de pesos, y donde Banobras era quien estaría a cargo de la contratación de los servicios necesarios.
Los trabajos para continuar la construcción de diversos tramos de la carretera Compostela-Las Varas, de la carretera Jala-Compostela-Las Varas y Ramal a Compostela en Nayarit fueron adjudicados a Mota-Engil México, bajo un contrato firmado en febrero de 2021 por un monto 817 millones de pesos.
Al revisar la Cuenta Pública, la Auditoría comprobó que Banobras pagó a la constructora trabajos que se ejecutaron en cadenamientos distintos de los establecidos en el catálogo de conceptos y por cantidades adicionales a las contratadas sin estar reconocidas ni registradas en la bitácora.
“Se presume un probable daño o perjuicio, o ambos, a la Hacienda Pública Federal o al patrimonio del Fideicomiso número 1936 denominado Fondo Nacional de Infraestructura, por un monto de 21 millones 393 mil 774 pesos por los pagos efectuados más los intereses correspondientes que en su caso procedan”, señaló la ASF en su informe de fiscalización superior de la Cuenta Pública 2021.
También se constató otro daño por 2 millones 173 mil 318 pesos porque se comprobó que Banobras pagó a la contratista la ejecución de trabajos realizados con maquinaria distinta a la considerada en las matrices de precios unitarios, así como cantidades adicionales a las contratadas sin estar autorizadas por escrito.
La raíz de estas y otras irregularidades es una deficiente supervisión, vigilancia, control y revisión de la ejecución de los trabajos, sentenció la ASF.
Mota-Engil hizo diversos ajustes al contrato original, con cantidades adicionales a razón de supuestos trabajos extraordinarios, y al amparo de éstos elaboró 16 estimaciones por un total de 169 millones de pesos.
La ASF evidenció un saco de inconsistencias, como el hecho de que se estimaron y cobraron en 16 conceptos de obra cantidades mayores a las contratadas sin autorización por un monto de casi 15 millones de pesos.
Además, se ejecutaron 9 conceptos de obra sobre cadenamientos distintos a los autorizados en los catálogos y a su vez se estimaron cantidades adicionales no autorizadas por otros 16 millones de pesos.
Se comprobó que Mota-Engil México no garantizó que los conceptos estimados para pago cumplieron con las características de los materiales, equipos de instalación y acabados especificados en el proyecto.