NIDO DE VÍBORAS

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NIDO VERDES

Por KUKULKÁN

COMO en el Ayuntamiento de Benito Juárez cada quién trabaja para su santo, se dice que la alcaldesa Ana Patricia Peralta de la Peña reunió hace unos días a su gabinete para hacer una evaluación sobre el respectivo desempeño de cada servidor público y la mayoría no salió bien librado de los duros cuestionamientos de su jefa, quien en pocas palabras les advirtió que, si van a trabajar para su propia causa y no para el colectivo municipal, serán despedidos. La alusión fue directa para aquellos funcionarios que han adelantado su reloj electoral promoviéndose a través de sus redes sociales colgados de acciones y obras públicas, con miras a los comicios estatales de 2024 cuando se renovarán diputados y alcaldes.

LA LISTA de quienes fueron exhibidos por la alcaldesa es amplia pero destacan importantes cargos y nombres, como la secretaria Municipal de Desarrollo Social y Económico, Paola Moreno Córdova, cuestionada porque desde octubre pasado en que fue designada en el cargo no cuenta con un informe de trabajo; Hugo Álvarez Ruiz, director de Cultura y Artes, evidenciado por su incapacidad en la organización del pasado Carnaval de Cancún, rescatado de último momento por la Secretaría Particular del Ayuntamiento; Daniela Vara, directora del DIF municipal donde se han generado denuncias por su mal desempeño; así como Salvador Diego Alarcón, titular de la Secretaría de Obras Públicas y Servicios, de conocidas aspiraciones políticas y quien se anda promoviendo con recursos públicos a través de sus redes sociales.

A TODOS ellos que se venían moviendo en un limbo de autoridad porque no sienten como su jefa a la actual alcaldesa, que ingresó al cargo en septiembre pasado vía la suplencia de la actual gobernadora Mara Lezama Espinosa cuya imagen sigue pesando en la estructura municipal, Ana Paty les leyó la cartilla sin importar que en su mayoría se trata de personajes que entraron al cargo como cuota de Morena, lo que ha suscitado suspicacias en el sentido de que más bien se trata de una purga administrativa dictada por el Partido Verde al no lograr aún mantener el control político de un municipio que gobierna pero que paradójicamente carece de los operadores políticos eficaces.

LA DISPUTA por el poder entre verdes y morenos, ante la ausencia de una oposición competitiva, ha elevado la temperatura del termómetro político que deja entrever que esa será la verdadera elección dentro de un año y por eso el adelantado movimiento de diversas fichas del tablero político de la gobernadora Mara Lezama, postulada por Morena y apoyada por el Partido Verde convertida en segunda fuerza política del estado, luego de ocupar la quinta posición, por debajo de PRI, PAN y PRD que hoy lucen como una oposición inofensiva.

LOS VERDES enfrentan la paradoja de ‘tener’ en sus manos el gobierno del municipio económicamente más importante del estado, Benito Juárez cuya cabecera municipal es Cancún, pero no gobiernan por falta de un equipo propio de cuadros preparados que puedan hacer la diferencia. Ana Paty es un cuadro inexperto impulsado por el líder moral del partido del tucán, Jorge Emilio González Martínez, alias ‘El Niño Verde’ de quien se rumora la asesora desde afuera y le recomendó tomar el timón del barco para hacerse respetar como la capitana. En la búsqueda de lealtades, al primero que la alcaldesa midió fue a su secretario Jorge Aguilar Osorio, identificado con la gobernadora, quien como prueba de que trae bien puesta la camiseta y con el equipo de Ana Paty, entregó la lista de morenistas a ejecutar. Fue el Judas Iscariote, el ‘traidor’.

LA ESTRECHA relación entre Mara Lezama y el presidente Andrés Manuel López Obrador, con quien se reúne cada 15 días para la supervisión de obras del Tren Maya, es un claro mensaje de la gobernadora de que su verdadero ‘Jefe’ es el inquilino de Palacio Nacional y de que los verdes son un buen aliado electoral que en menos de una década, de la nada surgieron con un crecimiento exponencial gracias a que en tiempos de Enrique Peña Nieto le cedieron por mandato presidencial las estructuras locales del PRI, las cuales multiplicaron desde 2018 aliándose con Morena. En las últimas dos décadas, por el partido del tucán han pasado diversos personajes de la política y del sector empresarial local, desde que en 2002 el Verde ganó Benito Juárez por primera vez con Juan Ignacio García Zalvidea, ‘El Chacho’. A la fecha no ha logrado integrar un equipo sólido, permanente, y el partido prevalece en la constante rotación de militantes y dirigentes, generalmente jóvenes de la sociedad cancunense que son desechados cuando dejan de servir a los intereses y negocios de Jorge Emilio, la mano negra detrás del trono tanto en Benito Juárez como en Puerto Morelos y quien en 2024 aspira a conquistar también los municipios de Isla Mujeres, Cozumel y Solidaridad, los cinco municipio más productivos del estado ¿Para qué quieren más poder si no tienen los operadores?

@Nido_DeViboras

Un elemento del Ejército ofrecía desde el Campo Militar No. 1 equipo táctico, armas y granadas a un cártel del narcotráfico.