NIDO DE VÍBORAS

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Por KUKULKÁN

CÓMO quiere el bloque opositor convencer a los ciudadanos de que Andrés Manuel López Obrador es un peligro para México cuando ni siquiera lograron hacerlo con sus propios gobernadores, varios de los cuales terminaron entregando sus estados a las causas del proyecto de la Cuarta Transformación, como sucedió en Sonora, Sinaloa y Quintana Roo cuyos mandatarios fueron correspondidos con altos puestos diplomáticos, como una especie de exilio pactado a cambio de impunidad para no hurgar en las entrañas de sus respectivas administraciones.

CON QUÉ cara vienen ahora PRI y PAN a pretender persuadir a la población sobre el ‘mal gobierno’ lopezobradorista cuando el sinaloense Quirino Ordaz Coppel, embajador de México en España; la sonorense Claudia Pavlovich, cónsul en Barcelona y el quintanarroense Carlos Joaquín González, embajador en Canadá, no dejan de agradecer en público la generosidad del presidente, quien ahora es su jefe. Muy gallito, el tricolor sometió a la Comisión Nacional de Justicia Partidaria la expulsión de Quirino Ordaz y Claudia Pavlovich para enviar un mensaje a los militantes que cayeran en la seducción por el poder mesiánico de López Obrador. No pasó a mayores, sigue el éxodo en el anonimato. PAN y PRD que postularon a Carlos Joaquín guardaron silencio.

POR MÁS que en público la oposición haga como que combate al ‘mal gobierno’, estirando la liga del conflicto al máximo (así se cotizan más alto), entre los de arriba siempre llegan a negociaciones oscuras, a acuerdos con beneficios mutuos, y sólo dejan peleando a los de abajo, envenenando las mesas familiares y de amigos con batallas mezquinas que inclusive han provocado rupturas consanguíneas innecesarias. Cada proceso electoral, los partidos usan a la población como sus ‘tontos útiles’.

A FALTA de un proyecto creíble y un candidato competitivo, el bloque opositor está esperando el rompimiento de la alianza ‘Juntos haremos Historia’ para jugar finalmente con alguna de las corcholatas que el propio presidente Andrés Manuel ha puesto a jugar en el tablero político nacional. La oposición le apuesta a destruir, no a construir un prospecto propio porque ya ni siquiera hay tiempo para ello, a menos de que surja un fenómeno ¿En verdad creen que si Marcelo Ebrard rompe con Morena y gana con la oposición echará abajo el legado de López Obrador? Son parte de lo mismo y tanto con Marcelo como con Claudia Sheinbaum, Adán Augusto López y Ricardo Monreal seguirán adelante el proyecto de la Cuarta Transformación. La oposición está bailando ‘al son que le toquen’.

AQUELLOS adversarios que tanto arremeten contra las clases populares y grupos de intelectuales (la chairada) que siguen apoyando a Andrés Manuel y a su ‘mal gobierno’, debería enderezar sus críticas contra quienes lo dejaron llegar a la silla ¿Bajo qué negociaciones? Sigue siendo un enigma. Si lo frenaron dos veces, ¿por qué no la tercera? ¿No pudieron o no quisieron? No tiene la culpa el indio sino el que lo hace compadre, reza el sabio refrán. Esos airados priistas, panistas y perredistas que con bombo y platillo anunciaron la ‘Alianza por México’ en la pasada administración, deberían ir por el expresidente Enrique Peña Nieto para que explicara a cambio de qué entregó el poder.

LA SIEMPRE fiel oposición (a sus intereses) sabe perfectamente que Andrés Manuel sólo es el líder del momento de un movimiento social gestado a raíz de la matanza de estudiantes en Tlatelolco en 1968, como detonante de anteriores batallas obreras y campesinas cuyas inconformidades fueron silenciadas a balazos. Además de las clases populares, predominantes en el país, que apoyan incondicionalmente al gobierno de la 4T, hay una amplia base intelectual forjada en las aulas universitarias donde se les adoctrinaba con lecturas socialistas y comunistas que privilegian el gasto social para ‘los que menos tienen’ a través de subsidios del erario público. Cuando gobernaron en el pasado, los opositores alentaron el que las clases populares vivieran en el oscurantismo para poder dominarlos; hoy se quejan amargamente de la lealtad que estas ‘masas de ignorantes’ le profesan a López Obrador. Es cierto, el presidente está mal, pero la oposición está peor.

@Nido_DeViboras