- Una intempestiva denuncia alborotó los trabajos de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión.
CLAUDIA SALAZAR / AGENCIA REFORMA
CIUDAD DE MÉXICO.- Una intempestiva denuncia alborotó los trabajos de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión.
Apenas despuntaba la sesión, cuando, sorpresivamente, el poblano Alejandro Armenta, presidente del Senado, reveló que a las 21:01 horas del martes pasado había recibido en su WattsApp mensajes presumiblemente enviados desde el número de la ministra presidenta de la Suprema Corte, Norma Piña.
“No juzgo, no prejuzgo. Quiero informar a esta soberanía del hecho. Quiero informar que he enviado un escrito a la Corte”, dirigido en realidad a la ministra presidenta Norma Piña.
Para entonces, asistentes de Armenta habían acomodado en mamparas los mensajes que supuestamente recibió el senador.


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“El que suscribe, senador Alejandro Armenta Mier, presidente del Senado de la República, me dirijo a usted de la manera más atenta y respetuosa para que por su conducto se pueda verificar los siguientes hechos significativos del día 16 de mayo del presente año, toda vez que el ciudadano Francisco Tapia, el cual se acreditó como su asesor, mediante una serie de mensajes de ‘watts up’ pretendió crear un canal de comunicación entre usted y su servidor”, expuso.
“Acto seguido, presuntamente del número telefónico que usted acredita recibí mensajes a las nueve con un minuto con la muy probable intención de presionar, de intimidar o incluso de pretender amenazar al suscrito por mi desempeño como legislador federal, contraviniendo con ello lo dispuesto en el artículo 61 de nuestra Carta Magna”.
Armenta solicitó a la ministra presidenta que verificara los hechos narrados. “Mi responsabilidad, al igual que la suya, implica defender la inviolabilidad de nuestros derechos y el libre ejercicio de nuestras atribuciones y competencias”, alegó.
En una de las pantallas que se exponían en las mamparas se leía:
“Hola Soy Norma Piña Hablo a nombre estrictamente personal pero lo sostengo en público Usted puede ver a los ojos a sus hijos o hijas después de lo que dice?”.
“Si y ud lo puede hacer”, escribió Armenta.
“Totalmente”, respondió la que Armenta presume que es la Ministra Piña.
El diputado petista Reginaldo Sandoval explicaría que esos mensajes los había recibido Armenta como consecuencia de haber propuesto que los ministros de la Corte fueran electos por el pueblo.
La panista Kenia López Rabadán pediría la palabra para aludir al “circo montado” y sostener que en los mensajes no se apreciaba ninguno ofensivo ni agresivo. “No vengan aquí a crear cortinas de humo”, repuso.
Por Morena, César Cravioto echó en cara a la panista que no se hubiese solidarizado con Armenta.
“Qué mal quedan”, observó.
El fundador del Grupo Plural, Germán Martínez, se solidarizaría con la ministra Piña, antes de cuestionar a los de Morena: “La mitad de la solidaridad que tienen con la plagiaria Yasmín Esquivel, la mitad de la que tienen con el fraudulento Arturo Zaldívar que quiso dos años más por encima de la Constitución, es la que yo quiero ver para Norma Piña”, dijo.
El panista Jorge Triana recordó con buen tino que el presidente López Obrador ya había pedido a los suyos a no tomarle las llamadas a los de la Corte. “Ya les dieron la instrucción, ¿por qué violentan esa instrucción presidencial? No me parece correcto”, se burló.
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