El engaño pederasta o grooming
Haidé Serrano
Hay que hablar del grooming o engaño pederasta. Sasha Sokol ha puesto en los titulares de los medios este abuso, en que las niñas y niños son quienes están en mayor riesgo; más ahora con el acceso fácil e inmediato que se tiene a internet. A las numerosas puertas abiertas que tienen los pederastas para acercarse a todas las personas. Porque lo digital es igual de real que lo presencial.
La definición de la página del gobierno federal señala que el grooming o engaño pederasta es: “Es cuando un adulto mediante engaños y mentiras se gana la confianza y establece algún tipo de amistad con una niña, niño o adolescente a través de Internet, ya sea vía redes sociales, aplicaciones de mensajería instantánea, correo electrónico, entre otros, con el fin de obtener imágenes o videos con connotación o actividad sexual. Estas imágenes o videos están destinados al consumo de pederastas o a redes de abuso sexual a menores con el objetivo de llevar a cabo abuso y/o explotación sexual o prostitución infantil.”
Sasha Sokol dijo sobre la relación de abuso con Luis de Llano: “Estar con él me hacía sentir una niña especial, vista; porque el personaje al que todos a mi alrededor admiraban, aplaudían y respetaban, en lugar de irse con una mujer despampanante, me había mirado a mí. No solo no rechacé sus avances, aún con miedo y nervios, sin entender bien qué significaban, los acepté porque me hicieron sentir bien. Como otras víctimas de un abuso sistemático, tardé mucho tiempo en tomar conciencia sobre lo que viví.”
Luis de Llano estableció con ella una relación de abuso, asimétrica e ilícita, cuando él tenía 39 y ella 14 años. Hace unos días, fue condenado por daño moral, no por el delito de abuso pederasta, porque este ya había prescrito, pero sí por violentar la dignidad de Sokol, su integridad física, intimidad y honor.
Este abuso pederasta o grooming sucede en varios niveles y peligro, desde las conversaciones sobre temas íntimos y sexuales, hasta el encuentro sexual. El acosador logra establecer un vínculo de confianza y logra aislar a la víctima, separarla de su red de apoyo, de sus familiares y amigos. Desde luego, los pederastas eligen a personas especialmente vulnerables para obtener fotos, videos, videollamadas y citas presenciales.
Las voces de todas las personas importan. Pero cuando una voz famosa rompe el silencio para denunciar, ensancha el camino hacia la justicia. Les da herramientas, valor, referencias, a las personas que tienen menos recursos para acceder a su propia justicia. Y Sasha Sokol usó el poder de su voz para “visibilizar este problema y prevenir el abuso de otros menores”, como lo dijo en sus redes sociales.
La confesión y denuncia de Sasha Sokol ha tenido una ola expansiva en México, de la que veremos cambios para que la pederastia salga cada vez más de la oscuridad. Para que este delito deje de ser normal en su totalidad. Para que no se violente ni abuse más a ninguna niña y niño.
No es fácil para mujeres de renombre internacional alzar la voz en su defensa. Se exponen a un sistema feroz que puede acabar con sus carreras. A empresas con todo el poder, como las televisoras y disqueras, para aniquilar, difamar y hasta orillar al suicidio a quienes se salen del redil.
Luis de Llano deberá ahora disculparse públicamente y abstenerse de hablar sobre los hechos, además de pagar una suma económica que está por establecerse.
“Todas las víctimas merecen ser tratadas con respeto. Todos los abusadores deben ser juzgados implacablemente. Sólo entonces, México dejará de ser uno de los países con más casos de abuso infantil. Espero que mi voz y mi historia sirvan para que así sea”, concluyó Sasha Sokol en la entrevista que le dio a Elena Reina de El País.
Las cosas van cambiando. Ladrillo a ladrillo, vamos derribando el obelisco del patriarcado. Gracias Sasha Sokol.
@HaideSerrano dirige y conduce Feminismos en Corto sin Tanto Rollo, una plataforma sobre feminismo, perspectiva de género, igualdad, derechos humanos y paz. Es autora del libro “Mujeres líderes en la pandemia”. Es licenciada en Comunicación y maestra en Género, Derecho y Proceso Penal.