Por KUKULKÁN
UNOS dudan de su capacidad para tomar las riendas del país, otros la tachan de títere del presidente Andrés Manuel López Obrador, pero en lo que coinciden todos los adversarios de Claudia Sheinbaum Pardo, conciliadores y radicales, es que hasta ahora no hay quien le pise los talones en las preferencias de todas las encuestas que semana a semana miden popularidad y aceptación de las corcholatas de Morena para la candidatura de las elecciones presidenciales de 2024. No hay un solo periódico a nivel nacional ni internacional que en sus propias encuestas coloquen a la jefa de Gobierno de la Ciudad de México con 45.4% de las preferencias en promedio, contra 31% de Marcelo Ebrard Casaubon, 15% de Adán Augusto López Hernández y 6.1% de Ricardo Monreal Ávila.
LA ENCUESTA aplicada por Enkoll y publicada por el diario El País, le otorga a Claudia 51.5% contra 33.3%; 9.1% y 6.1% de sus contendientes. En cambio, Mitofsky les da la siguiente puntuación publicada por El Economista: 37.2% contra 27.7%, 23.4% y 11.7%. Y la más reciente medición del diario Reforma coloca en la delantera a la Jefa de Gobierno con 47.7% contra 38.5% de Ebrard; 7.7% de Adán Augusto y 6.2 de Ricardo Monreal. El resto de los resultados de los diferentes medios declarados adversarios de la Cuarta Transformación, rondan las mismas cifras.
EL TEMA es cada vez más recurrente sobre mesas de reunión familiar, con amigos o compañeros de trabajo y aunque a muy pocos les interesa la política, al final todos terminan opinando lo que piensan de cada una de las corcholatas que, contra su pesar, el presidente les puso a jugar en su tablero electoral. Desde luego que el sector más radical de derecha nunca cambiará su deseo de cerrarle el paso a la Cuarta Transformación, pero ante la falta de cuadros políticos opositores con el tamaño para hacerles competencia, su Plan B es ir con la corcholata que menos afecte sus intereses económicos y ya hacen sus propios escenarios electorales.
EL TEMA central sobre las mesas es cuál de las cuatro corcholatas llena los zapatos de Andrés Manuel y la respuesta inmediata es: ‘ninguno’. Entonces se pasa a medir quién es el más parecido, de ‘línea dura’, pero sobre todo quién será el más leal al movimiento de la Cuarta Transformación y aplicará su continuidad: Claudia Sheinbaum, es la respuesta. Es esa imagen de la ‘favorita’ cultivada en público por el propio presidente lo que ha inclinado la balanza de las preferencias entre morenistas y simpatizantes a favor de la Jefa de Gobierno capitalino, lo que automáticamente también le compró a todos los adversarios del inquilino de Palacio Nacional, que en todo caso prefieren otra opción y no un ‘clon de López Obrador’.
ES AHÍ cuando fluyen los argumentos en defensa del titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores: ‘es el más preparado y experimentado’, ‘tiene estatura política y más mundo’, ‘es el más conciliador’, ‘el más sensato’ , ‘el más empático para las relaciones sociales’, ‘habla inglés’ y muchas otra virtudes que le otorgan los adversarios a quien ven como la esperanza al final del túnel y podrían convencer para dar una vuelta de timón a la ‘hostilidad’ para gobernar. En cambio, a Adán Augusto se le ve como el hombre de las confianzas del presidente, por eso lo puso al frente de la Secretaría de Gobernación, se conocen desde jóvenes, son paisanos, es obediente, lo suple en las mañaneras y hasta ahora ha mantenido mano dura contra los opositores al gobierno. Ricardo Monreal es un espectador más de la contienda.
EL ALA lopezobradorista, dentro y fuera de Morena, considera que lo importante no es la persona, sino que el Movimiento continúe consolidándose una vez que Andrés Manuel deje de ser el líder. Son los que mayoritariamente apoyan a Claudia Sheinbaum para conquistar la candidatura de Morena, convencidos de que la verdadera transformación del país sería que por primera vez en la historia una mujer ocupe la silla presidencial. Y cada que puede en sus mañaneras, el presidente ha mostrado su predilección por las mujeres (‘son más honestas’, ha dicho) al grado que hoy ocho son gobernadoras por Morena.
